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la batalla
de
la fe

Carlos Ospinal

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ANTECEDENTES:

Después del criminal ataque terrorista de Octubre 7 del 2023, el ejército de Israel le declaró la guerra al grupo terrorista de Hamas en la franja de Gaza, en frontera con Israel, dando inicio a una guerra complicada contra el terrorismo de ese grupo violento que produjo la muerte de cerca de 1500 civiles en ese fatídico 7 de Octubre. No sabemos cuánto va a durar esta lucha. Sólo sabemos que va a ser una lucha larga y difícil. Y a raíz de esto, las redes sociales están inundadas de partidarios y contradictorios de esta guerra a favor y en contra de Israel.

Teniendo presente que la guerra de Israel es un tema de actualidad, la semana pasada (Octubre 29, 2023), tuvimos una enseñanza aquí acerca de las razones y consecuencias de bendecir o maldecir a Israel.

Y esto lo aprendimos en aquella lectura de Genesis 12:3 cuando Dios le habla al abuelo de Jacob, de quien se deriva el nombre de Israel, que le daría una tierra para siempre, que desde Israel seria benditos todos los habitantes de la tierra y que, por tanto, Dios bendeciría a quienes le bendijeran, pero maldeciría a quienes le maldijeran.

Pudimos entender, que esa tierra siempre le ha pertenecido a Israel, y que el diablo es el que ha inspirado el odio a Israel en todas las épocas. Pudimos recorrer la historia viendo como esa nación ha sido perseguida, exiliada, pero que estamos en el tiempo de su florecimiento, justo cuando se aproxima el fin de los tiempos. Israel es el reloj de Dios. Toda la historia de la humanidad gira alrededor del pasado, presente y futuro de Israel.

Nosotros como cristianos tenemos el deber de orar por la paz de Jerusalén. El grupo al que se enfrenta Israel es un grupo de odio, y de terror. Están matando a su propio pueblo para difamar a Israel. Y lo están logrando. Hay mucha gente, aun cristiana que hoy están en contra de Israel.

Mi consejo a usted amado hermano y hermana es que no caiga en esa trampa. Es muy peligroso.

Cuando le llegue la tentación de juzgar a Israel, traiga a su memoria ese verso de Genesis 12:3.

Genesis 12:3

3 Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra”.

Nuestro tema en esa oportunidad fue: La Batalla Por La Tierra Prometida.

Hoy veremos un tema a la luz de esa batalla desde el punto de vista espiritual para el creyente en Cristo. Y es, La Batalla De La Fe.

INTRODUCCION:

Para esto quiero que me acompañen a una lectura en 1ª Timoteo 6:11-12

11 Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia, la mansedumbre.

12 Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado y confesaste la buena confesión delante de muchos testigos.

En esta lectura vemos una exhortación del apóstol Pablo a su discípulo Timoteo, en donde lo anima a “pelear la buena batalla de la fe”. Y es una batalla que no es física sino espiritual. Es una batalla para hacerle la guerra al pecado. Es interesante notar que en ese tiempo los griegos y romanos tenían la idea de una lucha continua. Era la lucha por el poder en la conquista y defensa de territorios.

A pesar de las guerras que hoy vivimos, no se compara con el número de guerras del pasado, que eran permanentes. Hoy el mundo ya esta consolidado en cuanto a conquista de territorios. Y ya hoy nadie aprueba que un país conquiste a otro para robarle su territorio. Hoy las guerras físicas son diferentes. Son guerras por los mercados para apoderarse del dinero de las naciones. Y así como USA y China están librando una fuerte guerra por el control de los mercados del mundo.

Y Pablo usa aquí el termino: batalla de la fe, inspirado en ese término tan común de su tiempo. Las batallas para alcanzar victorias,

Y si lo miramos con naturalidad, eso es lo que realmente vivimos los creyentes que queremos obedecer al Señor. Nosotros estamos constantemente peleando esa Buena Batalla. De hecho, Pablo le dice a Timoteo que nuestra lucha va a continuar hasta “la aparición de nuestro Señor Jesucristo” en el fin del mundo. Pero no sabemos en qué día va a volver. Sólo sabemos que va a ser una lucha larga y difícil.

Revisemos entonces en que consiste esta batalla y como debemos enfrentarla cada día para poder sobrevivir y tener la victoria.

DESARROLLO:

La palabra de Dios dice que esta es una batalla de Fe. Entendiendo por Fe, como la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve, según lo define así la palabra en Hebreos 11:1.

“La fe es la certeza de las cosas que se esperan, la convicción de los hechos que no se ven”. RV60

Esta definición de fe, no la puede entender alguien que no haya sido tocado por el Espíritu Santo. Solo el Espíritu Santo, puede convencer a tu espíritu de la realidad redentora de Cristo (Juan 16:8). Una persona que lee la biblia como una novela o un libro cualquiera jamás podrá entender esta definición de fe.

Pero usted y yo ya fuimos tocados por el Espíritu Santo, y podemos entender ese tipo de fe!. ¡¡Gloria a Dios!!

Y como ya fuimos tocados y lo entendemos, es que le creemos a Dios, estamos obedeciendo a Dios, y por tanto hemos sido transformados. Tenemos una forma de ver la vida y de actuar en la vida de forma diferente.

Nosotros ya somos libres por Cristo del mundo, del diablo y de esta carne de pecado. Pecamos si, Pero no somos practicantes del pecado. Porque al tener un espíritu renovado somos sensibles al pecado, y sabemos exactamente cuando le hemos fallado al Señor e inmediatamente nos levantamos. No nos quedamos allí postrados en ese lodo de pecado. ¡Gloria a Dios!

Y esta es la batalla diaria de querer hacer el bien diariamente por instrucción de nuestro espíritu vivificado, pero batallar en contra de esta carne, las tinieblas y las atracciones de este mundo que nos quieren hacer caer.

¿Y en esa batalla las armas que tenemos cuáles son?: La palabra de Dios, el nombre de Cristo, la sangre de Cristo y la adoración al Señor.

Y en este caminar diario, nuestro objetivo de esta batalla no es sobrevivir hasta el final de la vida, como piensan muchos cristianos, ¡sino enfrentarnos al mal que nos acecha y derribarlo con el poder de Cristo! ¡Amén!

En esta instrucción de Pablo, vemos que El está hablando en esta batalla acerca de ser un verdadero cristiano. Nos habla de cómo llevar una vida cristiana en medio de las peligrosas presiones y de las fuerzas contrarias aferrados a las promesas del Señor. ¡Ésa es la batalla de la Fe!

En otras palabras, ser realista en un mundo de engaños, no seguir todas las fantasías por las que el mundo se deja engañar, no permitir ser ahogado de manera equivocada por los razonamientos de este mundo. Como en este caso, en donde nos quieren arrastrar para maldecir a Israel y caer en esa trampa que nos condena.

Y así en otros asuntos de lo que está sucediendo en la sociedad, sino adoptar el punto de vista de Dios, ver las cosas desde la perspectiva de Dios para tratar de una manera bibliocéntrica, santa, justa y honesta para mantenerse firme y en victoria en esta Batalla De La Fe.

Y para ganar esta batalla hay que enfrentarla con un espíritu aguerrido. Las victorias no se ganan escondiéndose y alejándose de la realidad de este mundo. Porque así es cómo Jesús trató la vida. No se ocultó en ningún monasterio. Estuvo en el centro mismo de la vida, en los mercados, en las ciudades, entre los pueblos, y bajo las presiones y los peligros de la vida diaria. Fue un realista que se enfrentó con la vida de un modo serio y honesto.

La batalla a la que se refiere Pablo es ser una persona aferrada a la fe en Dios, obediente a los mandamientos de Dios y aferrado en sus promesas. Es una batalla que contra ataca al mundo con un espíritu de amor que se interesa por y tiene compasión de las personas en tiempos de ansiedad, mientras los demás que no tienen a Cristo están dando lugar a expresiones de odio, de violencia y de intolerancia.

Miremos dos aspectos importantes que van a determinar nuestra victoria permanente hasta el fin:

En primer lugar,

Pelear la buena batalla de la fe significa que permanecemos en la Palabra por medio de la fe, independientemente de lo que sentimos o lo que entendemos. Jesús dice, “Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos.” Juan 8:31.

No dejes gobernar al pecado 

Está escrito, “No seas vencido por el mal sino vence el mal con el bien.” Romanos 12:21. Tenemos pasiones y deseos que nos dicen lo contrario. Nuestro razonamiento humano dice: “Esto es imposible; tus deseos harán lo que quieran conmigo; te aplastarán”, etc. 

Aquí tenemos una exhortación de Pablo: 11 “Así también ustedes, consideren que están muertos para el pecado pero que están vivos para Dios en Cristo Jesús.12 No reine, pues, el pecado en su cuerpo mortal de modo que obedezcan a sus malos deseos.” Romanos 6:11-12. 

Pelear la buena batalla de la fe significa que nos mantenemos firmes en la Palabra y en el poder del Espíritu, considerándonos muertos a nuestros sentimientos y a nuestro razonamiento humano, no dejando reinar al pecado en nuestro cuerpo mortal obedeciendolo en sus concupiscencias. Tenemos que hacer lo que Jesús dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”. (Lucas 9:23) Pablo dice lo mismo: “Porque si viven conforme a la carne, han de morir; pero si por el Espíritu hacen morir las prácticas de la carne, vivirán” Romanos 8:13.

Esto no sucederá si no hay lucha ni sufrimiento. Pedro dice así: 

“Puesto que Cristo ha padecido en la carne, ármense también ustedes con la misma actitud. Porque el que ha padecido en la carne ha roto con el pecado” 1ª  Pedro 4:1.

Por tanto debemos sufrir en la carne si queremos salir del pecado. La carne sufrirá si por el Espíritu llevamos a la muerte lo que de la carne quiere levantarse, así nuestros deseos no podrán gobernar sobre nosotros. Si no padecemos en la carne, el pecado reinará, y nuestra conciencia sufrirá. 

 

 

La buena batalla: ¿libertad o esclavitud?

La mayoría de la gente no quiere reconocer esta lucha y este sufrimiento. Muchos predicadores usan sus habilidades para presentar la vida cristiana como lo más fácil y gloriosa posible. Explican cómo Jesús ya ha hecho todo, de tal modo que nosotros ya no tenemos que hacer nada. Dicen: “Jesús ha sufrido por nosotros; Él murió por nosotros y nos ha redimido por completo. Solo debemos creer en que terminó su obra, y automáticamente tendremos una vida vencedora. Mientras adoremos a Jesús, vendrá el Espíritu que leemos en Gálatas 5:22. Mentira del diablo. Eso es llevar un Cristianismo light!.

Dicen proclamar “Libertad plena” en Cristo a pesar de ver que las personas a las que sirven continúan viviendo en todo tipo de pecados, y que ellos mismos no tienen victoria. Es una doctrina de demonios que ignora, que la santidad conviene a nuestra casa. Que si santidad no veremos al Señor. Y que el mandamiento a obedecer es: Apartarse de toda practica de pecado.

“Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor”. 2 Tim 2:19

Estos supuestos maestros de la palabra, lo único que aman es el dinero, la envidia y la fornicación. Han entrado en la libertad falsa y han convertido la gracia en libertinaje. (Judas 4). No pueden soportar la sana doctrina porque han apartado sus oídos de la verdad y se volvieron a las fábulas. (2ª  Timoteo 4:2-4)

Pelea la buena batalla: un llamado a la acción 

Aquellos que quieren ser fieles a la verdad saben que vivir una vida en victoria en las virtudes de Cristo no es algo que viene automáticamente. Por eso las Escrituras hablan de un camino estrecho, hablan acerca de la cruz y la abnegación – sufrimiento y muerte. Las Escrituras están llenas de serias exhortaciones. De palabras como:

  • “ocúpense en su salvación con temor y temblor…” Filipenses 2:12. 

  • “Esfuércense a entrar por la puerta angosta…” Lucas 13:24. 

  • “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello…” 1ª Timoteo 4:16. 

  • “Y por esto mismo, poniendo todo empeño, añadan a su fe, virtud; a la virtud, conocimiento…”  2 Pedro 1:5. 

  • “Por eso, hermanos, procuren aun con mayor empeño hacer firme su llamamiento y elección, porque haciendo estas cosas no tropezarán jamás.” 2ª Pedro 1:10.

RV2015

Jesús envió el Espíritu Santo precisamente para que tengamos poder para luchar la buena batalla de la fe. 

Sin embargo, cuando se pelea esta batalla, a fin de permanecer en Su Palabra y buscar la santificación que se pregona, la gente exclama: “¡Eso es Esclavitud! ” ¡Eso es una lucha en tu propia fuerza!  etc. Ellos son enemigos de la cruz de Cristo. Tu lo ves a través de su conducta. (Filipenses 3:18-19)

Esta es la razón por la cual no tienen comunión entre sí como el Padre y el Hijo. A pesar de esto, no quieren reconocer lo que está escrito en Santiago 4:1-4. Se apartaron de la verdad a la mentira. Ellos no son sanos en la fe. (Tito 1:13)

¿QUE NOS SOSTIENE PARA TENER UNA BUENA BATALLA?

Nos sostiene las promesas de Dios en su palabra. Hay que aferrarse a ellas.

Las promesas divinas no eliminarán el dolor de las circunstancias difíciles, pero puede confiar en que el Dios que ha prometido estar con usted, cumplirá todo lo que dice que hará.

Lucas 24.13-49

La Biblia es una mina de oro llena de promesas para los creyentes. En cualquier tiempo, pero en especial durante los tiempos difíciles, las promesas de Dios nos dan esperanza y nos permiten ser valientes a la hora de enfrentar las pruebas.

¿Pero porqué hay tanto cristiano que no confía en Dios? Hay dos razones para esto:

primero, porque esas personas no conocen sus promesas; segundo, talves las conocen, pero no las creen. Ellos no creen que esas promesas sean ciertas. Muchos creyentes pueden citar versículos o pasajes de la Biblia, pero cuando enfrentan una prueba inquietante, como la pérdida de un empleo o un diagnóstico médico aterrador, su confianza vacila y se impone la duda.

Si no somos conscientes de todo lo que promete la Palabra de Dios, no podemos llegar a creer. Pero cuanto más aprendemos, oramos y hablamos con Dios, más fuerte se vuelve nuestra fe, lo cual es un regalo de Dios Todopoderoso.

Lucas 24:13 registra dos ocasiones en que personas de camino a Emaús se encontraron cara a cara con Jesucristo, pero no le reconocieron. Tuvo que abrir sus ojos espirituales antes de que pudieran ver de verdad. Lo mismo ocurre con nosotros, sin el Espíritu Santo la fe no es posible. El Señor Jesucristo garantiza a los creyentes protección, esperanza, seguridad eterna, orientación e instrucción en la Biblia.

¿Confía usted en Él? Al leer las Sagradas Escrituras, pídale al Espíritu Santo que le señale las promesas aplicables para su vida. Estudie, memorice, medite y afirme esas verdades. Entonces, cuando surjan pruebas, tendrá un ancla para mantenerse firme. Las promesas divinas no eliminarán el dolor de las circunstancias difíciles, pero puede confiar en que el Dios que ha prometido estar con usted, cumplirá todo lo que dice que hará.

El pueblo de Israel, es una nación que ha sobrevivido y sobrevivirá para siempre en toda circunstancia porque ellos viven creyendo sin vacilar la promesa dada a Abraham:

 

12 Entonces el SEÑOR dijo a Abram: “Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Genesis 12:1-2

24 Todo lugar que pise la planta de su pie será de ustedes. Su territorio será desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río, el río Éufrates, hasta el mar occidental.

25 Nadie prevalecerá ante ustedes. El SEÑOR su Dios pondrá miedo y pavor de ustedes sobre la faz de toda la tierra que pisen, como él se lo ha prometido. Deut 11:24

33 Después el SEÑOR dijo a Moisés: —Ve, sube de aquí, tú con el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra acerca de la cual juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: “A tus descendientes la daré”. 2 Yo enviaré un ángel delante de ustedes y arrojaré a los cananeos, amorreos, heteos, ferezeos, heveos y jebuseos. 3 Sube a la tierra que fluye leche y miel, Exodo 33:1-3

13 Conforme a su fe murieron todos estos sin haber recibido el cumplimiento de las promesas. Más bien, las miraron de lejos y las saludaron, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.

16 Pero ellos anhelaban una patria superior; es decir, la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de llamarse el Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad. Hebreos 11:8-9, 13,16

 

LA OBEDIENCIA COMO GARANTÍA DE VICTORIA EN LA BATALLA DE LA FE

 

Las promesas son tierras prometidas, las cuales hay que ganarlas con batallas. A Israel se le prometió una tierra, y ya les pertenecia desde la promesa dada a Abraham. Pero tuvieron que llegar a ella y conquistarla con batallas. ‘

Una promesa que tenemos en la palabra es por ejemplo: “—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa (Hechos 16:31). Pero hay que doblar rodilla por ese hijo, esa hija, ese esposo y esa esposa.

Otro detalle muy importante de las promesas de Dios es que antes de cada promesa, hay un requerimiento de obediencia. Las promesas son para todos, pero solo los obedientes, podrán alcanzarlas. Porque viven por la fe, aferrados a ella batallando continuamente para conquistarlas.

En la conquista de la tierra prometida, Israel tenía instrucción de acabar con todo lo que había en la tierra de Canaán, pero las tribus de Dan y Juda  no acabaron totalmente con los habitantes de aquella región en la franja de Gaza (Josué 15:47) siendo las dos tribus más numerosas. Sansón era miembro de la Tribu de Dan (Jueces 13:2). Sansón fue juez durante veinte años, pero por su desobediencia nunca tuvo éxito en liberar a su tribu de la opresión de los filisteos. Y hoy los Palestinos habitan en la misma tierra donde habitaron los Filisteos en la región de Gaza (Josué 19:40, Jueces 18). Los Filisteos habitaban las regiones costeras de Canaán desde el siglo XII A.C. hasta su desaparición en 604 A.C. La palabra “filisteo” deriva del nombre hebreo ha-Plištim para el conjunto de varias tribus de Siria y Judea, en la antigua “Siria-Palestina”.

 

 

PROMESAS DADAS A ISRAEL POR LA OBEDIENCIA:

 

Deuteronomio 28:1-14

1 “Y sucederá que si escuchas diligentemente la voz del SEÑOR tu Dios, procurando poner por obra todos sus mandamientos que yo te mando hoy, también el SEÑOR tu Dios te enaltecerá sobre todas las naciones de la tierra. 2 Cuando obedezcas la voz del SEÑOR tu Dios, vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán:

3 “Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo.

4 “Benditos serán el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra y el fruto de tu ganado, la cría de tus vacas y el aumento de tus ovejas.

5 “Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.

6 “Bendito serás al entrar, y bendito al salir.

7 “El SEÑOR hará que tus enemigos que se levanten contra ti sean derrotados delante de ti. Por un camino saldrán hacia ti, y por siete caminos huirán de ti.

8 “El SEÑOR mandará bendición a tus graneros y a todo lo que emprenda tu mano. Él te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. 9 Si guardas los mandamientos del SEÑOR tu Dios y andas en sus caminos, el SEÑOR te confirmará como pueblo santo suyo, como te ha jurado. 10 Todos los pueblos de la tierra verán que eres llamado por el nombre del SEÑOR, y te temerán.

11 “El SEÑOR hará que sobreabundes en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tus animales y en el fruto de tu campo, en la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que te daría. 12 Él te abrirá su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Tú darás prestado a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado.

13 “Si obedeces los mandamientos del SEÑOR tu Dios que yo te mando hoy para que los guardes y cumplas, el SEÑOR te pondrá como cabeza y no como cola. Estarás encima, nunca debajo.

14 “No se aparten de todas las palabras que yo les mando hoy ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses a fin de rendirles culto.

Finalmente quiero que nos llevemos esto hoy:

Siete estrategias claves, para ganar la batalla de la fe:

1. Piensa agresivamente. Como un general preparándose para la batalla, planea y calcula cómo atacar y vencer al enemigo. Tener presente lo que dice Efesios 6, que tu enemigo #1 a vencer es el diablo. Es se te presenta constantemente, poniendo tentaciones, poniendo gente en contra tuya, y atacando tus finanzas y tu salud. Por tanto, rodéate permanentemente de la familia de la fe. No permitas que el diablo te aísle por depresión, sentimiento de miedo, angustia y soledad. La Iglesia, tu congregación es tu redil. es tu fortín. Cuéntale a tu pastor o líder de tu necesidad de oración y ¡juntos vamos a vencer! No te quedes callado en medio de la angustia.

2. Ora fervientemente. Hebreos 4:16 nos instruye a acercarnos al trono de Dios con confianza y valentía. Ve a Él con confianza y dile lo que necesitas

16 acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.

3. Lee constantemente la palabra y aférrate a las promesas de Dios para tu vida. Hoy te voy a dar una lista de promesas que debes poner visiblemente alrededor de tu casa. Y úsala y recítala en cada situación. Recuerda que la palabra de Dios tiene mucho poder. Es la espada del Espíritu para atacar. Nuestra carne ni el diablo pueden resistir al poder de la palabra de Dios. Recuerda que Cristo venció al Diablo cuando lo tentaba con la palabra. En cada una de esas 3 tentaciones le respondió: Escrito esta!. Y tu vas a decir también en aquella situación: ¡Escrito esta!

4. Conviértete en un mensajero de la palabra de Dios. Al hacerlo te vas a convertir en un mensajero de Dios y eso te permite ganar un respaldo de mucho poder de parte de Dios. Para que se cumpla la promesa de Mateo 6:33. Habla sin miedo. 1ª Pedro 4:11 dice: El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios … Tú y yo tenemos una voz de mando espiritual contra las fuerzas del mal.

11 ¿Has recibido el don de hablar en público? Entonces, habla como si Dios mismo estuviera hablando por medio de ti. ¿Has recibido el don de ayudar a otros? Ayúdalos con toda la fuerza y la energía que Dios te da. Así, cada cosa que hagan traerá gloria a Dios por medio de Jesucristo. ¡A él sea toda la gloria y todo el poder por siempre y para siempre! Amén. (NTV)

5. Practica el dar. Dar en abundancia. La forma en que damos es la forma en que recibimos (ver Lucas 6:38). Vive una vida de generosidad.

38 Den, y se les dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se les dará en su regazo. Porque con la medida con que miden se les volverá a medir”.

6. Y todo lo que puedas hacer por un bien, hazlo con todo empeño (Eclesiastés 9:10). Muévete en el Espíritu Santo y haz el trabajo.

10 Todo lo que te venga a la mano para hacer, hazlo con empeño. Porque en el Seol, a donde vas, no hay obras, ni cuentas, ni conocimiento, ni sabiduría.

7. Practica el amor a los semejantes. Amar incondicionalmente. Como hijos de Dios, debemos amar a los demás como Dios nos ama, incondicionalmente y sacrificialmente (Mateo 22:37-40). Sigue estos pasos que te llenarán con el poder de Dios y cuando venga el enemigo, serás invencible.

37 Jesús le dijo:

—Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma[d] y con toda tu mente.

38 Este es el grande y el primer mandamiento.

39 Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo[e].

40 De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

Empieza aquí. No seas el ultimo en llegar ni el primero en salir. Quédate para ayudar en asuntos de este lugar: saluda a la gente, muestra tu amor, y compañerismo. Invita a un hermano a tu casa. Desarrolla la hermandad entre los miembros de esta congregación.

DILE AL DEL LADO:

Si eres obediente a la palabra de Dios, de allí en adelante tu trabajo es creer y aferrarte a las promesas del Señor porque dice la palabra: ¡Al que cree todo le es posible! (Marcos 9:23)

MINISTRACION: Mi Trabajo es Creer (Marcos Yaroide),

https://youtu.be/u2xFmemPvwI

Oración final:

Amado Padre Celestial,

Bendecimos tu santo nombre, oh Dios soberano del universo.  Gracias por tu palabra y por tus promesas que nos llenan de mucha fe en que vamos a ganar esta batalla en contra de toda adversidad. Perdona nuestras faltas y llena nuestro corazón de una actitud de obediencia, para ser acreedores de tus promesas. Somos conscientes de que la victoria es nuestra, pero tenemos que pagar el precio de la perseverancia y la confianza en ti. Nos aferramos a la promesa que si tu estas con nosotros, no hay nadie que pueda enfrentarse a nosotros. Pedimos por bendición y respuesta a todas las peticiones que tenemos en el cofre de acuerdo a tu voluntad.

Pedimos por la paz de Israel, guarda a cada soldado que están librando una batalla en contra de ese grupo terrorista que odia y maldice a tu pueblo. Pedimos su pronta destrucción.

Oramos en el nombre de Jesucristo de Nazareth, Amen.

 

BIBLIOGRAFIA:

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