INTRODUCCION:
La biblia está llena de héroes de la Fe. Usted puede leer el capítulo 11 de Hebreos y encontrará toda una lista de esos héroes. Aparecen nombres como Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Sansón, David, Samuel y todos los profetas. Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus seres queridos que habían muerto. Todos ellos vivieron casos, que si no fuera por la fortaleza de su fe, sus nombres no hubieran quedado registrados en la biblia para testimonio nuestro.
Por la palabra hemos aprendido que somos salvos por la Fe en Cristo. Que somos hijos espirituales de Abraham, padre de la fe. Que vivimos por fe y no por vista. Que por fe, declaramos las cosas que no son, como si fuera. Y que sin fe es imposible agradar a Dios. Y que al que cree por fe, Todo le es posible!. Que si tuviéramos fe como un pequeño grano de mostaza, le diríamos a un monte que se pasara de un lado al otro y se pasaría!. Increíble esta posibilidad verdad?. Pero si Jesús lo dijo es porque es posible!.
Pero al final, humanamente hablando, todos esos son conceptos básicos de la fe Cristiana que terminan siendo más teórico que practico aunque suena muy bonito. Por eso, la pregunta del millón hoy es: Será que estamos viviendo en esa fe plena. O es solo teórico o religioso?.
Que fue lo que hicieron esos grandes héroes de la fe y que nos falta a nosotros para llegar a ser como ellos..?
Hoy quiero pedirles que nos despojemos de toda vanidad del conocimiento y lleguemos a lo elemental de la palabra: La Fe en Acción. Creer la palabra tal cual sin cuestionar ni argumentar, para poder ver con nuestros ojos la respuesta de Dios a lo imposible.
Nuestro tema es: La Fe En Acción A través de los Padres.
DESARROLLO:
Vayamos a la palabra y leamos en éxodo 2:1-10 (RV2015):
2 Cierto hombre de la tribu de Leví tomó por esposa a una mujer levita. 2 Esta concibió y dio a luz un niño; y al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses. 3 No pudiendo ocultarlo más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la recubrió con asfalto y brea. Colocó en ella al niño y lo puso entre los juncos a la orilla del Nilo. 4 La hermana del niño se mantuvo a distancia para ver lo que le acontecería.
5 Sucedió que la hija del faraón descendió al Nilo para bañarse. Y mientras se paseaba con sus doncellas por la ribera del Nilo, ella vio la arquilla entre los juncos y envió a una sierva suya para que la tomara. 6 Cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo:
—Este es un niño de los hebreos.
7 Entonces la hermana del niño preguntó a la hija del faraón:
—¿Iré a llamar una nodriza de las hebreas para que te críe al niño?
8 La hija del faraón respondió:
—Ve.
Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del niño. 9 Y la hija del faraón le dijo:
—Llévate a este niño y críamelo. Yo te lo pagaré.
La mujer tomó al niño y lo crió.
10 Cuando el niño creció, ella se lo llevó a la hija del faraón. Él vino a ser para ella su hijo, y ella le puso por nombre Moisés[a], diciendo: “Porque de las aguas lo saqué”.
Esta porción que hemos leído nos habla de un hecho muy doloroso por el que estaba pasando el pueblo de Israel que vivió 400 años de esclavitud en Egipto.
Nos cuenta la historia que una vez que murieron toda una generación, los hermanos del gran José, hijo de Jacob, quien salvo a Egipto de una tragedia de hambre, y quienes en su tiempo fueron bien recibidos por el Faraón de su época cuando escapaban de una hambruna en su tierra, el pueblo de Israel que nació allí, se habían multiplicado y fortalecidos en gran extremo que la tierra se llenó de ellos.
Ahora había un nuevo rey en Egipto que no conoció a José y al ver que el pueblo de Israel era mayor y más fuerte que ellos decidió traer aflicción y opresión.
Ahora el pueblo de Israel vivía bajo un mundo de esclavitud construyendo las ciudades para este nuevo rey de Egipto. Ya no tenían tiempo y fuerzas para servir a Dios, el odio de los egipcios a los Israelitas estaba a la luz del día, no había paz, en esos tiempos se decidió que había que matar a todos los niños de los judíos que naciesen especialmente si era varón. Pero dice que la escritura que mientras más los oprimían más se multiplicaban.
Esta había sido la orden: Éxodo 1:22
22 Entonces el faraón mandó a decir a todo su pueblo: “Echen al Nilo a todo niño que nazca, pero a toda niña consérvenle la vida”.
Y la porción que leímos, nos habla de un hecho milagroso. Nos habla de como un bebé de pocos meses de nacido es salvado de la muerte, por la orden del faraón, luego de ser puesto en una canasta bien preparada por su madre Jacobed para hacerlo viajar flotando por el rio Nilo, pero que al ser encontrado por la hija del Faraón, esta se enamora del bebé y manda a Miriam, hermana del bebé, a buscar una nodriza para cuidarlo, que resultó ser la misma madre Israelita del bebé. Este niño creció en los brazos de aquella madre hebrea hasta que lo entregó de regreso ya grande a la hija del faraón, quien lo adoptó como su propio hijo y le puso por nombre Moisés que significa: "de las aguas lo saqué”. Este niño creció como príncipe del rey, con toda la educación mas alta de su tiempo. Aprendió a leer y escribir (lo cual era exclusivo de la clase real). Pero mas tarde, este hombre ya adulto, se enfrenta al Faraón y es usado por Dios para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud.
Debido a este cambio dramático, el hijo de un esclavo israelita fue criado como un príncipe de Egipto. A pesar de su estatus elevado y su estilo de vida lujoso, Moisés demostraría que recordaba sus raíces y aún simpatizaba con sus compañeros israelitas esclavos.
Moisés fue quien con sus manos y por el poder de Dios, partió el mar rojo en dos para que el pueblo pudiera cruzar de Egipto, rumbo a la tierra prometida que hoy ellos habitan. El que hizo caer pan del cielo e hizo brotar agua de la roca, y que después de 40 años de travesía en el desierto permite llegar a la tierra que fluía leche y miel. Por medio de Moisés recibimos la tabla de los 10 mandamientos que rige hoy para nosotros: No matar, no robar, no mentir, no adulterar, etc. Moisés fue quien en el desierto, escribió los primeros 5 libros de la biblia. Esos libros que se conocen como la Torah, es la base de nuestra doctrina de redención según se explica claramente en la carta a los hebreos. La sangre de Cristo, fue derramada en reemplazo al sacrificio de animales ordenado en la Torah, y Jesucristo se convierte con su muerte y resurrección en nuestro sumo sacerdote.
QUIÉN FUE JACOBED?
Con todo esto presente, meditemos un poco sobre aquella persona, que por su fe y su valentía, logró salvar a Moisés de morir como los otros niños en el rio Nilo. La madre de Moisés se llamó Jacobed, y por su fe, también es mencionada junto a su esposo en Hebreos 11:23 como una de las heroínas de la fe.
23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses porque vieron que era un niño hermoso y porque no temieron al mandamiento del rey.
La palabra de Dios enaltece la acción valerosa de este personaje detrás del telón, una mujer que por su fe pudo proteger, rescatar y educar a su propio hijo en la fe Hebrea para que como adulto transformara la historia de toda una nación. Aquel hombre que fue usado por Dios para sacar con todo éxito al pueblo de Israel de la esclavitud, por el impacto arrollador de destrucción de las 10 plagas de Egipto.
CARACTERISTICAS DE JACOBED:
Examinemos en detalle las características de valor de esta gran mujer para lograr tan importante éxito para los Israelitas y el resto de la humanidad.
I. Su Identidad – Una madre piadosa
A. Jacobed – su nombre yaw-keh-bed significa “gloria del Señor” o, “El Señor (es su o nuestra) gloria.”
B. Jacobed era israelita, del pueblo escogido de Dios. Era también miembro de la tribu de Leví de la que saldrían los sacerdotes y los que cumplirían las funciones del Tabernáculo y posteriormente del Templo. “
Conoces tú, cuál es tu identidad? 1ª Pedro 2:9
9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que anuncien las virtudes[d] de aquel que los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.
II. Ella era una mujer piadosa que, como veremos, defendió su fe. Tenía una relación con Dios como su Señor Soberano y Rey.
¿Qué hace una madre/padre piadoso/a?. Se parece a:
1. Aquel que ora por y con sus hijos (Santiago 5:16)
2. Aquel que estudia la Palabra de Dios y se la enseña a sus hijos (Deuteronomio 11:19)
3. El que da ejemplo con la vida que lleva (2 Timoteo 1:5)
4. El que tiene un corazón compasivo (Salmo 103:13)
5. El que se mantiene firme en su fe (Filipenses 1:27)
Nada tendrá una influencia más profunda y duradera en la vida de nuestros hijos que tener buenos ejemplos piadosos en sus hogares. La pregunta es: Oras constantemente por tus hijos?, Estudias la palabras, eres ejemplo para tus hijos. Como esta tu fe?. Crees que el Señor puede hacer un milagro en tu vida así como paso con Jacobed?.
Tal vez estas enfrentando situaciones que parecen difíciles de solucionar. Imposibles a los ojos humanos. Cuál es la medida de tu fe?. Qué está pasando con ese esposo, esa esposa que no camina bien para Dios?. Te has rendido, o le sigues creyendo a Dios. O esa enfermedad que te aqueja o aqueja a tu hijo/a?. Has desmayado en orar, o crees que Dios lo puede hacer?.
Jacobed no veía salida. Pero yo creo que ella en su desesperación por proteger a su hijo, tomó valor, y encomendó su hijo a Dios. Pienso en la angustia que ella tuvo de no saber qué hacer, pero ella en medio de su angustia oró. Ella puso su confianza en Dios, y el Señor le reveló a ella lo que nadie hubiera pensado. Moisés tenía destino de muerte. Pero el Señor solo esperaba la fe de una madre para poder desarrollar todo el potencial que tenía para desarrollar en Moisés. El Señor lo podía hacer solo, dejar que lo tiraran al Nilo y rescatarlo, y pasar solo a la historia como un niño rescatado milagrosamente de las aguas, pero se necesitaba a una madre que con amor de madre lo cuidara hasta el final y sobre todo que lo criara en el temor de Dios.
Tu tienes hijos o hijas y Dios quiere hacer de esos hijos, personajes grandes, personajes de impacto para la humanidad, pero quiere que tú, padre o madre, no desmayes en orar por ese hijo. Dios hoy te dice, dame ese hijo, críamelo bien, que yo lo voy a usar. Estas dispuesto hoy a hacerlo?
III. Su dilema
Vivía en un ambiente hostil. La vida de Jocabed no fue un lecho de rosas. Nacida en Egipto como hija de Leví, sólo había conocido la maldición de la esclavitud.
Los egipcios temían a los israelitas y les hacían la vida difícil.
En Éxodo 1:13-14 (NTV)
13Por eso los egipcios los hacían trabajar sin compasión.14 Les amargaban la vida forzándolos a hacer mezcla, a fabricar ladrillos y a hacer todo el trabajo del campo. Además, eran crueles en todas sus exigencias.
Podría haberse quejado por las dificultades de las circunstancias de la vida, pero no lo hizo. Jocabed no se permitiría rendirse a la desesperanza de la vida como esclava en Egipto.
En el odio y el miedo de los hebreos, Faraón ordenó la matanza de todos los niños varones israelitas arrojándolos en el río Nilo infestado de cocodrilos. (Éxodo 1:22)
Había un gran peligro con el edicto del faraón. La desobediencia podría fácilmente costarle a uno cadena perpetua o incluso la propia muerte.
Vivimos en un mundo que es hostil hacia los cristianos y nuestra biblia. Si bien no tenemos la persecución abierta que los israelitas enfrentaron a manos de los egipcios, parece haber una creciente oposición y antagonismo hacia el cristianismo en nuestro mundo. Estamos enfrentando situaciones difíciles. Los niños están siendo abusados y adoctrinados en el ateísmo, en el homosexualismo. Las leyes se están poniendo cada vez en contra de nosotros. Pero no podemos dejarnos vencer. Hay que vencer con el bien, el mal. Dice Juan 15:18-19
18 “Si el mundo los aborrece, sepan que a mí me ha aborrecido antes que a ustedes. 19 Si fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo. Pero ya no son del mundo sino que yo los elegí del mundo; por eso el mundo los aborrece.
Las personas piadosas deben resistir y contrarrestar las presiones malignas del mundo.
IV. Su coraje
Se negó a dejarse llevar por la corriente. Se negó a considerar su propia vida, comodidad, conveniencia o seguridad. Se negó a ceder ante las demandas de Egipto. Dice:
Éxodo 2:2 Cierto hombre de la tribu de Leví tomó por esposa a una mujer levita. 2 Esta concibió y dio a luz un niño; y al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses.
Jocabed sabía el decreto que Faraón había hecho. perdería su vida si ella no hacía algo para salvarlo. Y sabía que su propia vida estaba en juego si desobedecía. Pero ese decreto simplemente iba en contra de todo lo básicamente humano, moral y correcto. Así que Jocabed, temeroso de Dios más que del hombre, tomó una decisión que, aunque la puso en gran peligro, resultó ser la decisión que salvó a toda una nación.
Hoy muchas mujeres se dejan vencer por la adversidad, el miedo y la desesperación al quedar embarazadas y deciden abortar a sus hijos. El resultado es que hoy, más de cincuenta y cuatro millones de bebés han sido asesinados en el útero por sus madres solo en los EE. UU. A nivel mundial, esa cifra se eleva a más de quinientos millones o aproximadamente 1 de cada 24 personas ha sido asesinada por el aborto.
Jacobed al quedar embarazada, y con la incertidumbre si su hijo iba a ser hombre o mujer, se arriesgó a continuar su embarazo. Al nacer, se dio cuenta de su aparente desgracia. El bebé era varón y tenía que morir. Pero ella, al tratar de preservar la vida de Moisés, dirigida por el Espíritu Santo, salvó la vida de Israel, su futuro legislador y líder del Éxodo.
Como Jocabed, hay muchas valerosas madres solteras que se niegan a abortar, y no tienen otra opción más que dar a su bebé en adopción. Como Jocabed, confían en Dios para encontrar un hogar lleno de amor para su hijo. Su corazón se rompe ante la idea de renunciar a su bebé. Pero se honra a Dios cuando obedecen su mandato de no matar al no nacido. Porque tienen claro que:
“…Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. Hechos 5:29b
VI. Su Sacrificio
Éxodo 2: “3 No pudiendo ocultarlo más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la recubrió con asfalto y brea. Colocó en ella al niño y lo puso entre los juncos a la orilla del Nilo”.
Jocabed le dio a Moisés todo lo que pudo durante esos primeros meses. Cuando se dio cuenta de que ya no podía esconder a su hijo pequeño, hizo una pequeña cuna de juncos trenzados que se creía que eran una protección contra los cocodrilos, luego colocó la cuna con su tesoro en secreto entre los juncos en la orilla del río. y le dijo a Miriam su hija pequeña que se parara cerca para vigilar la pequeña embarcación.
Estoy seguro de que Jocabed probablemente pensó que nunca volvería a ver a su hijo, pero lo encomendó a las manos de Dios.
2ª Corintios 5:7 “7 Porque andamos por fe, no por vista”
Proverbios 3:5-6 “Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos.”
Proverbios 29:25 “ El temor al hombre pone trampas, pero el que confía en el SEÑOR
estará a salvo.”
Nosotros como padres, tenemos que saber que nuestros hijos son prestados. Que tarde o temprano se van de la casa, y tienen que enfrentarse a un mundo hostil. Ese rio Nilo peligroso de aguas profundas, e infestado de cocodrilos es ese mundo peligroso. Pero si preparamos bien a nuestros hijos en casa ellos van a poder resistir y permanecer fieles a Dios en medio de esa hostilidad, y van a ser vencedores.
En su oración al padre, Jesucristo dijo:
15 Padre, no ruego que los quites del mundo sino que los guardes del maligno. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. 18 Así como tú me enviaste al mundo, también yo los he enviado al mundo. Juan 17:15-18
VII. Su Fe
Jocabed tenía fe en la protección de Dios para su bebé. Solo porque confió en el Señor pudo poner a su hijo en manos de Dios, en lugar de verlo asesinado. Ella creía que Dios cuidaría del niño.
NTV Isaías 7:9 “A menos que ustedes tengan una fe firme, no puedo hacer que permanezcan firmes”».
En medio de circunstancias contrarias nosotros, tenemos que confiar plenamente en el poder de Dios y eso nos mantendrá firmes.
Hebreos 11:23 “23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses porque vieron que era un niño hermoso y porque no temieron al mandamiento del rey.”
Dios pudo obrar en esta situación como resultado de la fe de Jocabed en él. Mientras los niños eran asesinados a su alrededor todos los días, ella simplemente en su oración dijo: “Dios, no entiendo por qué estás permitiendo esto o qué has planeado en todo esto, pero confío en Ti”. Aquí está mi hijo. Lo pongo en tus manos.”
Si queremos que Dios obre en nuestras vidas y nuestras familias debemos poner nuestra fe en Él y debemos poner nuestra fe en acción. Dios no obrará ni puede obrar en nuestras vidas sin que depositemos nuestra confianza en Él. Dice la palabra:
Hebreos 11:6 “6 Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan.”
VIII. Su recompensa
Jacobed renunció a lo que no pudo guardar y recibió más de lo que dio.
Éxodo 2:5-8 6 Cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo:—Este es un niño de los hebreos. 7 Entonces la hermana del niño preguntó a la hija del faraón:—¿Iré a llamar una nodriza de las hebreas para que te críe al niño? 8 La hija del faraón respondió: —Ve. Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del niño. 9 Y la hija del faraón le dijo: —Llévate a este niño y críamelo. Yo te lo pagaré.
No fue casualidad que cuando la hija de Faraón vio al hermoso bebé y escuchó su llanto, tuvo compasión de él. Fue la providencia soberana de Dios lo que hizo que la hija de Faraón salvara al niño y pedirle a Jocabed que lo amamantara. No solo se salvó al bebé de Jocabed, sino que se le pagó para que lo criara.
Dios siempre recompensa una fe obediente. La medida de nuestra fe es demostrada por nuestra obediencia. Si estas enfrentando esa situación difícil con tu hijo o hija, o cualquier otra situación (esposo/a, o una situación en el trabajo, o una situación de enfermedad, Dios te llama a hoy a que le entregues esa carga. Dice la palabra que la oración del justo puede mucho. Tu como hijo o hija de Dios, no dudes que el Señor si te escucha. Pero no bajes los brazos. Porque la bendición ya esta cerca. Solo resiste y créele a Dios!.
Dios esta tan cerca como a 50 centímetros, que es la distancia de tu rodilla al piso. Hoy es tiempo de clamar al Señor. Vamos a reclamar ese milagro. Vamos a confiar en el Señor!.
Fue el amor, la fe y el coraje de Jocabed lo que salvó a su hijo de una muerte cruel y lo preservó para bendecir al mundo. Una madre que ama al Salvador, que puede descansar en la seguridad que el Dios de Jocabed aún vive, y es capaz de salvar a su amado de la muerte eterna.
Tienes un hijo o una hija rebelde, que no quiere someterse a Dios?. Que está metido en drogas, y en todo tipo de pecado?. Hoy el Señor quiere decirte:
No te conformes, hijo o hija. Solo confía en mí y no te canses de orar e interceder por ese milagro de salvación. Como dice la palabra en el “911” (línea de emergencia) del Cielo:
Jeremías 33:3: 3 ‘Clama a mí, y te responderé; y te revelaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces’.
Jocabed fue una madre piadosa que sentó las bases para Moisés durante los primeros años de su vida. Jocabed fue la principal influencia que usó Dios durante esa niñez para preparar a Moisés para el gran llamado de Dios de sacar a su pueblo de la esclavitud en Egipto.
Imitemos esa fe y coraje de Jacobed en salvar a su hijo de una muerte cruel y vivir una vida piadosa delante de él.
Esto sin duda tuvo una profunda influencia en Moisés como se evidencia en Hebreos 11:24-27:
“24 Por la fe Moisés, cuando llegó a ser grande, rehusó ser llamado hijo de la hija del faraón. 25 Prefirió, más bien, recibir maltrato junto con el pueblo de Dios que gozar por un tiempo de los placeres del pecado. 26 Él consideró el oprobio por Cristo como riquezas superiores a los tesoros de los egipcios, porque fijaba la mirada en el galardón. 27 Por la fe abandonó Egipto sin temer la ira del rey porque se mantuvo como quien ve al Invisible”.
Así como Dios proveyó para Jocabed cuando ella depositó su confianza en ÉL, así ÉL proveerá para nosotros si confiamos en ÉL.
REFLEXION:
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¿Estás confiando en Dios hoy?
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¿Estás soltando y permitiendo que Dios trabaje en tu vida hoy?
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¿Lo conoces como tu Señor y Salvador?
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¿Estás influenciando a otros al vivir una vida piadosa?.
MINISTRACION: Nada es Difícil Para Dios: https://youtu.be/YMhZzn8JnW0?list=PLe1VJH3W93SLTA-CvGHMkwDKKs5INwIN4
Bibliografía:
https://www.heroesbibletrivia.org/es/heroes-de-la-biblia/historia-de-moises/