INTRODUCCIÓN:
Vivimos en un mundo donde cada día enfrentamos desafíos, luchas y pruebas. A veces pensamos que se trata de personas, circunstancias o simplemente mala suerte. Pero la Palabra de Dios nos revela una verdad más profunda: detrás de muchas de nuestras luchas diarias hay fuerzas espirituales de maldad que operan en las tinieblas. Por eso, necesitamos discernimiento espiritual, una visión abierta por el Espíritu para ver más allá de lo visible y prepararnos con toda la armadura de Dios.
Testimonio Personal.
Antes de entrar en la predicación de hoy, quiero abrir mi corazón con ustedes. Esta semana, lo que vamos a predicar no es teoría, es realidad vivida en carne propia.
El domingo pasado, después de compartir el mensaje sobre la preparación para la victoria —basado en 1 Samuel 17:45, donde como dije antes, Dios nos entrena en lo oculto para las grandes batallas públicas— terminé de predicar y viví una batalla real. Apenas bajé del altar, sufrí una baja de presión tan fuerte que estuve al borde del desmayo y como pude caminé al carro de mi esposa. Al salir del edificio fuimos aquí cerca a comprar algo de comida para llevar a casa. Pero allí en ese parqueadero tuvimos que llamar a la emergencia. Al llegar, tuvieron que subirme en una camilla los paramédicos, para su ambulancia, y comenzaron a revisar mis signos vitales, mis niveles de azúcar y presión arterial... Todo indicaba que estaba bien y me dejaron ir a casa. No me llevaron al hopital. Pero algo estaba claro: el enemigo estaba furioso. El Lunes pase muy bien y me sentir recuperado.
Pero el martes, sin razón aparente, un ataque de tos violento no me dejó dormir en toda la noche. Fue como un eco del pasado, cuando por casi dos años luché contra una alergia intensa que ningún médico podía curar, pero que en sueños el Señor me reveló que era una opresión demoníaca. Y fue en oración, y sólo en oración, que esa alergia salió en menos de una semana después muchos meses de lucha sin poder dormir bien por esa tos. Y esta semana el enemigo quiso volver a traer eso. Senti mucha tristeza de tener que volver a padecer de esa aparente alergia.
Y en medio de eso, el jueves, otro golpe: una presión arterial peligrosamente alta, 190 sobre 100, que no bajaba ni con medicamentos. Y el viernes, cuando fui al médico en busca de ayuda, me recetaron —por error— una dosis mortal de antibiótico para atacar una supuesta neumonía de yo sabia que era de una alergia, pero me deje recetar. Y ella me mandó ¡Seis pastillas de 500 mg cada pocas horas! Si no fuera por una farmaceuta que lo notó a tiempo, no estaría aquí hoy. Me hubieran matado por sobredosis.
¿Casualidad? No. Ataque espiritual.
Pero, ¡gloria a Dios! Que yo ya sabía que era un ataque espiritual y puse en alerta a mis hermanos varones de esta congregación y mi familia. Y desde el Miercoles en nuestra reunión de junta de la Iglesia, y el Jueves oración de caballeros, levantamos clamor. Y ellos comenzaron a interceder. Y hoy estoy aquí. Ya no siento esa tos de la que fui victima por dos años. Sentí que ese demonio pudo ser quitado en oración demasiado rápido—no por mis fuerzas, sino por el poder del Señor. Y además, No he tomado ninguna pastilla para la presión desde entonces, y mis niveles están normales porque yo me tomo la presión cada 4 horas aprox. El demonio de la alergia, y ataque de alta y baja presión no tuvo éxito en mi cuerpo. ¡El enemigo fue derrotado, porque lo identificamos a tiempo y lo enfrentamos!. Yo tengo tos todavía pero ya no es la tos de alergia que me ahogaba y me quería desmayar de lo duro. Todo pasó a ser un resfriado con tos normal.
Y eso me llevó al mensaje de hoy. Porque estas experiencias no son sólo personales, son espirituales. Lo que yo viví esta semana ilustra perfectamente lo que Pablo nos dice en Efesios 6:10:
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.”
Muchos creyentes están enfrentando batallas similares —no visibles, no siempre físicas, pero espirituales. Y como dice Pablo: no tenemos lucha contra carne ni sangre, sino contra huestes espirituales de maldad. Necesitamos discernimiento espiritual para saber cuándo lo que enfrentamos tiene raíces más profundas.
Así que hoy quiero invitarte a abrir tu corazón y tu espíritu. Porque si tú también estás en una batalla, necesitas estar vestido, fortalecido, y alerta. No con tus fuerzas, sino con la armadura completa que Dios te ha provisto. Nuestro tema es: “Discernimiento Espiritual Para Vencer El Mal”.
DESARROLLO
Acompáñame a leer en Efesios capítulo 6, versículos 10 al 18.
10 Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. 11 Vístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las intrigas del diablo; 12 porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales.
13 Por esta causa, tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir en el día malo y, después de haberlo logrado todo, quedar firmes. 14 Permanezcan, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la coraza de justicia 15 y calzados sus pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz. 16 Y sobre todo, ármense con el escudo de la fe con que podrán apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Tomen también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, 18 orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos.
Examinemos cada parte de este pasaje cuidadosamente. En primer lugar, Pablo nos hace un:
I. Llamado A Fortalecernos En El Señor (v. 10)
"Por lo demás, fortalézcanse en el Señor, y en el poder de su fuerza."
Aquí Pablo no nos dice que seamos fuertes en nosotros mismos, sino en el Señor.
Nuestra fuerza espiritual no proviene de nuestras emociones, sabiduría humana ni de nuestras habilidades. Proviene del poder del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Necesitamos empezar cada día reconociendo nuestra debilidad humana y clamando por el poder de Dios en nuestras vidas.
Aplicación: No se trata de “aguantar” en nuestras fuerzas, sino de aprender a depender de Dios en oración, en su Palabra y en comunión constante. En mi caso, yo consciente de mi lucha, llamé a mi esposa y a mi hijo David, a que oraran por mi. Yo sabía que la oración de ellos iba a ser muy poderosa. Luego pedí oración al grupo de la Junta en nuestra reunión al día siguiente, y al tercer día a los varones en la reunión de oración. Porque por la palabra yo he aprendido y aquí lo he enseñado, no podemos quedarnos callados cuando estamos en necesidad. Hay que abrir la boca y pedir ayuda. Tengo que agachar mi cabeza y reconocer que aunque soy pastor, también soy un ser necesitado de otros en oración. Y que la oración intercesora es bastante poderosa. Es mejor que otros de confianza oren por uno (no cualquiera. Solo gente de confianza. No puse mi clamor en Facebook para empeorar. No. Solo mis hermanos cercanos que están conmigo en las luchas). Ellos me aman y van orar con mucha convicción. Aclaro: Yo si ore por mí mismo, pero le tengo mucha fe a la oración corporativa de la congregación y sobre todo confío en la gente cercana a mi de esta congregación. Porque la Iglesia tiene poder. Recuerda lo que Jesucristo le dijo a Pedro, que las puertas del Infierno no pueden vencer a la Iglesia (Mateo 16:18). Gloria Dios!. Mis hermanos, cuando tenga la revelación de lo importante que es pertenecer a una Iglesia usted la va a amar. Aquí unos pocos se han hecho miembros porque ya tienen esa revelación!. Eso no es obligatorio. Eso nace del corazón.
En segundo lugar, se destaca sobre:
II. La necesidad de la armadura de Dios (v. 11-13)
"11 Vístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las intrigas del diablo...".
Me llama la atención que Pablo use una ilustración muy particular de la vida diaria. La vestimenta de un soldado de su época. Porque un soldado se viste y se equipa bien para enfrentar una guerra. No se viste con cualquier ropa. Es una vestimenta especial. Vamos a ver aquí como Pablo relaciona cada parte de esa vestidura de defensa y ataque, con las armas espirituales que tenemos y debemos saber usar.
Dile al del lado: Si eres soldado de Cristo, debes ponerte una vestidura de soldado porque lo que vas a enfrentar cada día es una batalla de vida o muerte como la que tuvo el pastor Ospinal esta semana.
Dice allí Pablo que debemos vestirnos, no solo observar o saber que la armadura existe. Debemos ponernos la armadura.
No es una lucha contra carne y sangre —Es decir: no es contra tu jefe que pone la vida difícil, ni ese cónyuge insoportable y difícil, ni tus hijos, ni tu situación económica complicada— sino contra potestades espirituales de maldad.
El enemigo opera en lo oculto, en las tinieblas. Por eso necesitamos discernimiento espiritual, para no luchar contra lo equivocado y perder la batalla real.
Dile al de lado: Necesitas ser consciente de que tus batallas son espirituales cada día. Y debes saber identificar al diablo detrás de cada lucha!
Aplicación: Por eso, cuando enfrentamos conflictos relacionales, tentaciones persistentes o desánimo espiritual, o cualquier otro tipo de lucha, debemos preguntarnos: Padre mío, Qué hay detrás de esto? ¿Qué me estás queriendo mostrar, Señor?”.
En mi testimonio,yo lo identifique e inmediatamente puse en alerta a mi gente para orar. Antes de ir al médico yo ya sabía que era una batalla espiritual!
En tercer lugar, viene lo fundamental. Recibir discernimiento espiritual:
III. El discernimiento viene cuando nos revestimos de cada parte de la armadura (v. 14-17)
Cada pieza de la armadura es espiritual, y cada una desarrolla discernimiento al proteger áreas clave de nuestra vida:
Cinturón de la verdad (v.14a)
14 Permanezcan, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad”
A ver le pregunto a los varones. Qué pasa si te vienes a la iglesia con el pantalón, pero sin el cinturón?. Se te caen los pantalones!
El cinturón de la verdad nos habla de firmeza contra el engaño!. Porque el engaño es contrario a la verdad. Si no estas firme en la verdad, el diablo te puede engañar fácilmente!
En la armadura romana, el cinturón no era un adorno. Era la pieza central que sostenía todo lo demás: la túnica, la espada, y a veces incluso parte del pectoral. Sin cinturón, el soldado no estaba listo para moverse ni pelear. Todo se desorganizaba.
¿Qué significa entonces estar “ceñidos con la verdad”?
🔎 En términos prácticos:
Significa vivir una vida de integridad y sinceridad.
No puedes pretender estar en guerra espiritual y vivir en la mentira, en la doble vida, o en la hipocresía. Satanás es el padre de mentira, y donde hay engaño, él se siente cómodo.
➤ Si quieres resistir al enemigo, primero debes ser honesto contigo mismo, con Dios y con los demás.Significa conocer y afirmar la verdad de la Palabra de Dios.
La batalla espiritual ocurre en la mente. Y si no conoces la verdad bíblica, te vas a tragar cualquier mentira del enemigo: “no vales nada”, “Dios no te escucha”, “no vas a salir de esta”…
➤ Pero si conoces la verdad, podrás decir: “Escrito está”, y responder como Jesús lo hizo en el desierto.
Sin verdad no hay claridad. El discernimiento empieza con amor y obediencia a la verdad. Y esa verdad es Cristo. El es nuestra roca. En El se fundamenta nuestra fe.
Jesús es la Verdad (Juan 14:6). El Espíritu Santo es el Espíritu de Verdad.
Significa permanecer firmes cuando la cultura se desliza hacia el error.
Hoy, la sociedad promueve una “verdad líquida”, relativa, manipulada. Pero el creyente debe estar ceñido con la verdad absoluta de Dios, aunque eso lo haga nadar contra la corriente.
➤ La verdad no cambia con las emociones ni con las opiniones. La verdad es Cristo.
¿Por qué es tan importante para vencer?
Porque el primer dardo del enemigo es el engaño. Así comenzó todo en Génesis 3: una serpiente sembrando duda: “¿Conque Dios os ha dicho…?”
Si no estás ceñido con la verdad, estás vulnerable al error, a la confusión, al miedo, a la manipulación.
✅ Pero cuando estás ceñido con la verdad:
· Caminas con libertad (Juan 8:32),
· Te mantienes firme (Efesios 6:14),
· Y no serás fácilmente movido por los vientos de doctrina (Efesios 4:14).
Aplicación para el oyente:
¿Estás caminando en la verdad?
¿Hay áreas de tu vida donde estás escondiendo cosas, justificando el pecado, tolerando la mentira?
Hoy el Señor te llama a ceñirte con la verdad, para que tu vida espiritual tenga estructura, fuerza y autoridad.
Coraza de justicia (v.14b)
La coraza protegía el pecho del soldado: el corazón, los pulmones, lo vital. La justicia de Cristo y la vida recta nos guardan del engaño del enemigo.
🔎 En términos prácticos:
· Representa la justicia de Cristo sobre nosotros (2 Cor. 5:21).
21 Al que no conoció pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.
No vencemos por nuestras obras, sino por la obra de Cristo en la cruz.
Nosotros sin Cristo, estamos bajo la ira de Dios. Y por tanto, bajo el yugo del diablo, y del pecado. En esa condición nunca podríamos vencer al diablo.
Por eso, para enfrentarse a un cuerpo a cuerpo con el diablo, primero tienes que haber recibido a Cristo en el corazón. Tienes que haber nacido de nuevo.
Dile al de lado: Sin Cristo, estas mal!. Pero con Cristo tienes Todas las de ganar!
· También representa vivir en obediencia y rectitud.
Cuando vivimos en pecado, dejamos al descubierto el corazón.
· En otras palabras: Tampoco te confíes, y te descuides. Porque si eres creyente en Cristo y empiezas a coquetearle al pecado, viene el diablo y te da vuelta seca!.
Por eso, el discernimiento espiritual se pierde cuando toleramos el pecado. Perdemos la capacidad de ver, de donde viene el ataque!. Le echas la culpa a todo, menos al diablo. Y El feliz haciendo fiesta en tu vida!
¿Por qué es importante?
Porque el enemigo busca herir el corazón: sembrar culpa, condenación, acusación o amargura.
➤ Si no tienes la coraza, cualquier flecha del enemigo te hiere profundamente.
➤ Pero si vives en justicia —por la fe en Cristo y con una conciencia limpia—, el diablo no tiene con qué acusarte.
En mi lucha de esta semana, con la alta presión: Querían causarle daño a mi corazón. Un ataque cardiaco sería fatal!
Calzado del evangelio de la paz (v.15)
Nos da estabilidad en la batalla y dirección para avanzar.
El discernimiento se afina cuando vivimos en paz con Dios y buscamos la paz con los demás.
(Efesios 6:15)
En tiempos de guerra, los soldados usaban sandalias con clavos para afirmarse en el suelo y no resbalar. El creyente necesita pie firme y disposición para avanzar.
🔎 En términos prácticos:
· Significa estar firmes en la paz con Dios que ya tenemos por Cristo (Romanos 5:1).
· Significa estar listos para hablar del evangelio, sin temor ni vergüenza (Romanos 1:16).
· Significa no perder el enfoque: estamos en guerra, sí, pero con un mensaje de reconciliación.
¿Por qué es importante?
Porque el enemigo quiere hacernos caer o retroceder. Pero cuando tienes paz con Dios y estás firme en tu identidad, puedes avanzar y resistir.
➤ Y cada paso que das anunciando el evangelio, es territorio que arrebatas al enemigo.
Armados Con El Escudo de la fe (v.16)
Apaga dardos de duda, condenación, miedo y confusión.
La fe nos hace ver lo invisible. Eso es discernimiento espiritual: ver con los ojos de la fe.
(Efesios 6:16)
El escudo romano podía cubrir casi todo el cuerpo y se usaba para apagar flechas incendiarias.
En términos prácticos:
· La fe es confianza activa en Dios.
Es creer que Dios es fiel, aunque el entorno diga lo contrario.
· Cada dardo que el enemigo lanza (mentira, duda, tentación, acusación) puede ser detenido por la fe.
¿Por qué es importante?
Porque los dardos vendrán. No es "si vienen", es cuándo vienen. Y sin fe, el alma se quema con ansiedad, temor, incredulidad.
➤ Pero con fe, dices como Job: “aunque Él me matare, en Él esperaré”.
Tomen El Casco de la salvación (v.17)
Protege la mente. El enemigo siembra mentiras, dudas y pensamientos de derrota.
El discernimiento necesita una mente renovada por la Palabra y asegurada en la identidad como hijos de Dios.
(Efesios 6:17a)
El casco protegía la cabeza. Y en la batalla espiritual, la mente es uno de los campos más atacados.
En términos prácticos:
· El yelmo es tener la certeza de que somos salvos por gracia.
Es vivir con la seguridad de que nuestra identidad está en Cristo.
· También es renovar la mente con la verdad de la Palabra y resistir pensamientos que no vienen de Dios (2 Cor. 10:4-5).
¿Por qué es importante?
Porque el enemigo quiere meterse en tus pensamientos. Quiere que dudes de tu salvación, que vivas confundido, atado a temores, o atormentado.
➤ Pero si tienes el yelmo bien puesto, nada puede robarte la paz de tu salvación.
Tomen La Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios – (v.17)
Es nuestra única arma ofensiva.
Nos da dirección, discernimiento, sabiduría para resistir y atacar al enemigo con verdad.
(Efesios 6:17b)
La única arma para atacar. Y no es cualquier espada: es la Palabra de Dios viva y eficaz.
🔎 En términos prácticos:
· Significa memorizar, meditar y declarar la Palabra.
· Significa responder con Escritura, como hizo Jesús en el desierto: “Escrito está…”
· Significa usar la Palabra en oración, en guerra espiritual, en consejería, en confrontación al pecado.
¿Por qué es importante?
Porque el enemigo no teme tus emociones, pero sí tiembla ante la Palabra proclamada con fe.
➤ Muchos creyentes viven desarmados porque no conocen ni usan la espada.
(Efesios 6:18)
Pablo no llama a la oración parte de la armadura, pero sin ella, ninguna pieza funciona. La oración activa y mantiene la armadura.
En términos prácticos:
Ora en todo tiempo: no solo cuando estás en problemas.
Ora en el Espíritu: guiado por Él, no solo por necesidad.
Sé constante y vigilante: esto no es un evento, es una vida de oración.
IV. Oración constante: el combustible del discernimiento (v.18)
18 orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos.
· La oración es la clave para mantenernos alertas, vigilantes, con discernimiento en todo tiempo.
· El enemigo no duerme, y muchas veces el creyente se duerme espiritualmente.
· Necesitamos clamar diariamente: “Señor, ábreme los ojos espirituales. Muéstrame lo que no puedo ver. Guíame por tu Espíritu.”
(Efesios 6:18)
Pablo no llama a la oración parte de la armadura, pero sin ella, ninguna pieza funciona. La oración activa y mantiene la armadura.
En términos prácticos:
Ora en todo tiempo: no solo cuando estás en problemas.
Ora en el Espíritu: guiado por Él, no solo por necesidad.
Sé constante y vigilante: esto no es un evento, es una vida de oración.
CONCLUSIÓN:
la vida cristiana no es una caminata tranquila, es un campo de batalla espiritual. Pero no estamos solos. El Señor nos ha provisto todo lo necesario para estar firmes. Él nos llama a vestirnos de su armadura y a orar con discernimiento.
Vestirte con la armadura de Dios es vestirte con Cristo.
Cada parte representa algo que ya tienes en Él, pero debes activarlo, mantenerlo y vivirlo.
En la batalla espiritual, no gana el más fuerte, sino el mejor vestido.
Y cuando te vistes de la verdad, la justicia, la fe, la salvación, la Palabra y la oración… el enemigo no tiene por dónde entrar.
No podemos pelear con estrategias humanas. Necesitamos la armadura de Dios. Necesitamos discernimiento espiritual.
MINISTRACION:
Muchos de nosotros hemos estado reaccionando a los síntomas, pero ignorando la raíz espiritual. Nos hemos enojado con personas, frustrado con circunstancias, rendido en medio de la lucha, cuando en realidad, el enemigo ha estado atacando de manera invisible.
Hoy el Espíritu de Dios nos llama a despertar, a vestirnos, a fortalecernos.
Hoy el Señor quiere abrir tus ojos espirituales, como lo hizo con el siervo de Eliseo, para que veas que no estás solo, que hay más con nosotros que contra nosotros (2 Reyes 6:17 “—Te ruego, oh SEÑOR, que abras sus ojos para que vea”.)
Llamado final:
¿Has estado luchando en tus fuerzas, sin darte cuenta de que tu batalla es espiritual?
¿Has permitido pensamientos, actitudes o pecados que han debilitado tu discernimiento?
Hoy es el día de clamar al Señor: “Revísteme con tu armadura y dame ojos espirituales para ver como Tú ves.”
Si hoy reconoces que has estado luchando con armas humanas…
Si sientes que has estado peleando a ciegas, sin dirección espiritual…
Si deseas que el Señor abra tus ojos y te dé discernimiento espiritualpara detectar al enemigo y permanecer firme…
Este es tu momento. Ven al altar.
Vamos a orar juntos. Vamos a pedirle al Señor que nos vista con su armadura, que renueve nuestra mente, fortalezca nuestra fe, y nos enseñe a orar con poder espiritual.
Este llamado es para creyentes que están cansados, confundidos o simplemente quieren estar listos para lo que viene.
No esperes a estar en la batalla para buscar el armamento. Prepárate hoy.
Versículo de promesa para declarar juntos:
“17 No prosperará ninguna arma que sea fabricada contra ti. Tú condenarás toda lengua que se levante contra ti en el juicio. Esta es la heredad de los siervos del SEÑOR, y su vindicación de parte mía”, dice el SEÑOR.
— Isaías 54:17
🙌 Invita a la congregación a ponerse de pie y repetir juntos:
🔊 “Ninguna arma fabricada contra mí prosperará. Soy heredero de la victoria. ¡Estoy vestido con la armadura de Dios y no seré derrotado! En el nombre de Jesucristo, ¡amén!”
ORACIÓN:
"Padre Celestial, hoy nos rendimos delante de Ti. Abre nuestros ojos espirituales, fortalece nuestras manos para la batalla y danos entendimiento para no ignorar las maquinaciones del enemigo. Revístenos con toda tu armadura y enséñanos a permanecer firmes, orando en todo tiempo y caminando en victoria por el poder de tu Espíritu. En el nombre de Jesús, amén."
Predicado por Carlos Ospinal
Mayo 25 2025