Video 1:
la Gran Comision: https://youtu.be/nkQcJ5cEroo
este video que acabamos de ver, nos encontramos ante una de la escenas mas impactantes del maestro ante sus 11 discípulos el día de su ascensión a los cielos (Hechos 1:9). Ya habían transcurrido 40 días después de su tortuosa muerte y su resurrección. Se le había aparecido resucitado a cerca de 500 personas. Y Justo antes de irse hace una poderosa encomienda, que quedó registrada en Marcos 16:15-18, y de una forma muy precisa en Mateo 28:18-20 (RV2015), que dice:
18 Jesús se acercó a ellos y les habló diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado. Y he aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.
Esta última ordenanza de nuestro Señor Jesucristo, se conoce como LA GRAN COMISION. Del cual deriva el nombre de nuestra congregación.
La palabra "Gran Comisión" se refiere al mandato o encargo que Jesús dio a sus discípulos de ir por todo el mundo a hacer discípulos de todas las naciones, como se menciona en el texto que hemos leído (Mateo 28:19-20).
"Gran": Se refiere a la importancia, magnitud y alcance universal de esta tarea. Es "grande" porque incluye a todas las naciones y a todas las personas del mundo.
"Comisión": En este contexto significa una misión o encargo especial dado con autoridad. Es un mandato directo de Jesús para sus seguidores, confiándoles una tarea específica de gran responsabilidad: predicar el evangelio y enseñar las enseñanzas de Cristo.Por lo tanto, "La Gran Comisión" es el nombre que se le da al encargo universal y trascendental que Jesús dio a sus discípulos y, por extensión, a todos los creyentes, para compartir el evangelio, bautizar, y hacer discípulos en todas partes del mundo.La Gran Comisión tiene varios aspectos clave:1. "vayan y hagan discípulos": Los seguidores de Cristo están llamados a ir más allá de su comunidad y a compartir el mensaje del evangelio con todas las naciones, invitando a las personas a seguir a Jesús.2. "Bautizándolos": El bautismo es un símbolo de la entrada a la fe cristiana y un acto de obediencia que señala la identificación con la muerte y resurrección de Cristo.3. "Enseñándoles": No solo se trata de convertir a otros, sino de enseñarles a obedecer los mandamientos de Jesús y vivir una vida conforme a sus enseñanzas.4. "Yoestoyconustedes":Jesúsprometesupresenciaconstanteconaquellosquesigueneste mandato, dándoles consuelo y poder a través del Espíritu Santo.La Gran Comisión es vista como la misión central de la iglesia universal, llamando a todos los cristianos a participar en la evangelización y el discipulado, compartiendo la fe y expandiendo el reino de Dios en el mundo.
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Video 1:
la Gran Comision: https://youtu.be/nkQcJ5cEroo
Observe usted que el mandato no se debe quedar en hacer que la gente crea en Jesús. Eso no es suficiente. Se necesita que aquellos que creen se conviertan en discípulos, y esos que se convierten en discípulos sean bautizados.
Nosotros tenemos que hacer no solamente honor al nombre de nuestra congregación La Gran Comision, sino porque es un mandamiento básico y fundamental para aquellos que crean en Cristo y quieran obedecerle. Por eso, dos veces al año en esta congregación enseñamos acerca de la importancia del bautismo. Y todas las Iglesias, llámense como se llamen tienen la obligación de enseñar y practicar el bautismo en agua de sus miembros.
Por de hecho, el bautismo en agua es uno de los mandamientos más claros y poderosos que Jesús dio a sus discípulos. Es un acto de obediencia y fe que refleja una transformación interior y pública en la vida de un creyente. A lo largo de las Escrituras, el bautismo es presentado como una respuesta a la obra de salvación de Dios. Pero, ¿por qué es tan importante el bautismo en agua? ¿Qué simboliza? ¿Y cómo debe impactar la vida de un creyente?.
1. El Mandato de Jesús: Una Ordenanza Divina
Como ya lo vimos, Jesús mismo instituyó el bautismo como una ordenanza para todos los creyentes. En Mateo 28:19-20, en donde ordena a sus discípulos a hacer discípulos y bautizarlos. No es una opción o una sugerencia, sino un mandato claro. El bautismo es una expresión de obediencia a Jesús.
Jesús, quien es nuestro ejemplo perfecto, también fue bautizado (Mateo 3:13-17).
14 Pero Juan procuraba impedírselo diciendo: —Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: —Permítelo por ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia.
Aquí vemos que aunque no tenía pecado que confesar, Él se sometió al bautismo para "cumplir toda justicia", mostrándonos el camino a seguir.
2. Un Símbolo de Muerte y Resurrección
El bautismo en agua simboliza la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. En Romanos 6:3-4, el apóstol Pablo nos dice:
3 ¿Ignoran que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte?
4 Pues, por el bautismo fuimos sepultados juntamente con él en la muerte para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
El acto de ser sumergido en agua representa la muerte al pecado y la vieja vida; al salir del agua, simboliza la resurrección a una nueva vida en Cristo. Es un testimonio público de que ya no vivimos para nosotros mismos, sino para Cristo.
3. Identificación con Cristo y la Comunidad de Fe
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Video 2:
El Bautismo de Jesus: https://youtu.be/xTaScPYfZjk
El bautismo también es una declaración pública de nuestra fe en Jesucristo. A través de este acto, declaramos nuestra identificación con la muerte, sepultura y resurrección de Jesús. Nos alineamos con Él y Su obra redentora.
Además, el bautismo nos une a la comunidad de fe. En 1a Corintios 12:13 se nos dice:
13 Porque por un solo Espíritu fuimos bautizados todos en un solo cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un solo Espíritu.
El bautismo en agua es una señal externa de nuestra unión con la familia de Dios. Entramos a formar parte del cuerpo de Cristo, que es la iglesia.
4. Un Acto de Obediencia y Compromiso
Como veremos mas adelante, el bautismo en agua no es lo que salva a una persona; es la fe en Jesucristo la que trae salvación. Sin embargo, el bautismo es un paso de obediencia que sigue a la conversión. En Hechos 2:38, Pedro predica en el día de Pentecostés diciendo:
38 —Arrepiéntanse y sea bautizado cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para[i]perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Este pasaje deja claro que el arrepentimiento y el bautismo van de la mano como respuesta a la obra salvadora de Dios. Es un acto de compromiso que muestra públicamente nuestra decisión de seguir a Cristo.
SE PIERDE LA SALVACION SI NO NOS BAUTIZAMOS?
Existe alguna controversia al respecto a la salvación y el bautismo, cuando algunos aseguran que el bautismo en agua es un requisito de salvación, y por esa razón, esos grupos cristianos exigen el bautismo, inmediatamente después de la conversión. Esta creencia la basan en la versión de este mandato registrada en Marcos 16:16, que dice:
16 El que cree y es bautizado será salvo; pero el que no cree será condenado.
Este versículo parece indicar que el bautismo es un requisito para la salvación, pero al observar el contexto general de la Escritura y el mensaje del Evangelio, podemos ver que la salvación se basa en la fe en Jesucristo.
1. El texto no menciona la condenación por no bautizarse
En la segunda parte del versículo, dice: “pero el que no cree, será condenado." No menciona que el que no se bautice será condenado. Esto refuerza la idea de que la condenación viene por la incredulidad, no por la falta de bautismo. La fe es el elemento que define la salvación o la condenación, no el acto del bautismo.
2. La prioridad de la fe
El pasaje pone énfasis primero en el creer: "El que cree y es bautizado, será salvo." La fe en Jesucristo es el requisito fundamental para la salvación. En múltiples otros pasajes del Nuevo Testamento, como Juan 3:16, Efesios 2:8-9, y Romanos 10:9, se enseña que la salvación es por gracia a través de la fe. El creer es lo esencial; sin fe, no hay salvación.
9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y si crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo (Romanos 10:9)
3. La importancia del bautismo en la vida cristiana
Aunque no es un requisito para la salvación, el bautismo es un mandato de Cristo y una parte vital de la vida cristiana. Es una declaración pública de nuestra fe y una señal de obediencia a Dios. En ese sentido, un creyente que verdaderamente sigue a Cristo debería anhelar obedecerle también en este paso de fe.
4. El bautismo como testimonio de la fe
El bautismo en agua es una señal pública de esa fe. Es un acto externo que sigue a la fe interna, y aunque es un paso importante de obediencia, no es el medio por el cual se recibe la salvación. El bautismo simboliza la limpieza de los pecados y la identificación con la muerte y resurrección de Cristo (como vimos en Romanos 6:3-4). Pero el acto en sí mismo no tiene el poder de salvar; solo la fe en Cristo lo tiene.
5. La coherencia con otros pasajes bíblicos
Si interpretamos este versículo como que el bautismo es un requisito para la salvación, esto contradice otros pasajes bíblicos que claramente enseñan que solo la fe es necesaria para la salvación. Por ejemplo, el ladrón en la cruz (Lucas 23:39-43) fue salvado por su fe en Jesús, aunque no tuvo la oportunidad de bautizarse.
Reflexión:
El versículo en Marcos 16:16 no está enseñando que el bautismo es un requisito para la salvación, sino que la salvación viene por la fe, y el bautismo es una señal pública de esa fe. La condenación no es por la falta de bautismo, sino por la falta de fe. Como pastores, debemos animar a los creyentes a obedecer en el bautismo, no como un requisito para la salvación, sino como un acto de amor y obediencia a su Señor y Salvador.
BENEFICIOS ESPIRITUALES DEL BAUTIMO EN AGUA: Un Paso de Obediencia y Bendición
Y como en esta congregación somos de los que no creemos en el bautismo como requisito de salvación, nuestros miembros se van al extremo de relajarse y no darle mucha importancia en hacerse bautizar. Llegamos al punto de interpretar el bautismo como una Gran Sugerencia, y no La Gran Comision.
La semana pasada estudiamos aquí acerca de la oración de Jabes. Y vimos como fue bendecido por Dios, cuando su petición de que su territorio fuera ensanchado, fue concedido. Lo mas seguro es que Jabes era muy obediente y por eso Dios le concedió lo que pidió.
La pregunta es: Queremos bendición de Dios?. Obedezcamos este mandamiento
Dios no nos pida hacer algo que no sea para cumplir un propósito espiritual. Y por eso creo que al bautizarnos, no solamente, estamos obedeciendo al Señor, sino que nos estamos poniendo en el orden preciso para cumplir los propósitos de Dios, y así recibir sus bendiciones.
El Bautismo No Es Un Acto Simbólico:
El bautismo en agua es más que un simple acto simbólico. Es una experiencia poderosa de obediencia y transformación que trae bendiciones espirituales profundas a la vida del creyente. Jesús mismo lo ordenó como parte esencial del discipulado cristiano, y cuando obedecemos a su llamado al bautismo, nos abrimos a una serie de beneficios espirituales que impactan profundamente nuestra vida de fe.
Veamos tres beneficios espirituales que recibimos al dar el paso del bautismo en agua, reconociendo que la obediencia a este mandamiento de Cristo es fuente de crecimiento y bendición en nuestra relación con Dios.
1. El Bautismo Fortalece Nuestra Identidad en Cristo
El primer beneficio espiritual del bautismo es que refuerza nuestra identidad como hijos de Dios. A través del bautismo, hacemos una declaración pública de que pertenecemos a Cristo, que nuestra antigua vida de pecado ha sido sepultada, y ahora vivimos en la nueva vida que Él nos da.
En Romanos 6:4, Pablo nos recuerda:
4 Pues, por el bautismo fuimos sepultados juntamente con él en la muerte para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Al sumergirnos en el agua, experimentamos simbólicamente la muerte y resurrección de Cristo. Esta acción refuerza nuestra comprensión de quiénes somos en Cristo: ya no somos esclavos del pecado, sino nuevas criaturas en Él. Este acto de obediencia fortalece nuestra fe y nos da una comprensión más profunda de nuestra identidad como hijos e hijas de Dios.
2. El Bautismo Abre Puertas a la Plenitud del Espíritu Santo
Otro beneficio espiritual del bautismo es que abre la puerta para recibir más de la plenitud del
Espíritu Santo. En Hechos 2:38, Pedro predica:
—Arrepiéntanse y sea bautizado cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para[i]perdón de
sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Aunque el Espíritu Santo habita en los creyentes desde el momento en que aceptan a Cristo, el bautismo en agua es a menudo una oportunidad para experimentar una mayor llenura y poder del Espíritu Santo. Muchas personas testifican de un nuevo nivel de intimidad con Dios y una mayor sensibilidad a la guía del Espíritu después de dar este paso de obediencia.
La obediencia al bautismo nos coloca en una postura de sumisión y humildad, lo que permite que el Espíritu Santo opere más poderosamente en nuestras vidas. Nos volvemos más conscientes de Su presencia, más dispuestos a escuchar Su voz y más fuertes para resistir las tentaciones y desafíos espirituales.
3. El Bautismo Nos Fortalece para el Ministerio y el Testimonio
El bautismo también tiene un impacto en nuestra capacidad de servir a Dios y testificar de Su obra en nuestras vidas. Cuando Jesús fue bautizado en el río Jordán, el Espíritu Santo descendió sobre Él y el Padre proclamó desde los cielos:
17 Y he aquí, una voz de los cielos decía: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.
(Mateo 3:17).
Inmediatamente después, Jesús fue llevado por el Espíritu para comenzar Su ministerio público.
De manera similar, cuando obedecemos y somos bautizados, somos capacitados para caminar en el propósito que Dios tiene para nosotros. El bautismo marca un momento clave de consagración y dedicación al servicio de Dios. Nos fortalece para cumplir con nuestro llamado y para ser testigos efectivos de Su poder transformador.
Nuestra obediencia al bautismo se convierte en una herramienta poderosa para evangelizar y para invitar a otros a seguir a Cristo.
CONCLUSIÓN
El bautismo en agua es una declaración poderosa de obediencia, identificación y fe en Jesucristo. Es un testimonio público de nuestra muerte al pecado y resurrección a una nueva vida en Cristo. Cada creyente, después de haber aceptado a Cristo, está llamado a seguir este mandato con humildad y gozo.
Obedecer el mandato de Jesús de bautizarse no solo nos lleva a una vida de mayor comunión con Él, sino que fortalece nuestra identidad en Cristo, nos abre a una mayor llenura del Espíritu Santo y nos capacita para servir en el reino de Dios con más poder y autoridad.
Como iglesia, celebremos el bautismo como un símbolo de la obra transformadora de Cristo en nuestras vidas. Y para aquellos que aún no han sido bautizados, que puedan dar este paso de fe y obediencia, sabiendo que es parte de caminar en la voluntad de Dios.
Al bautizarte, te pones el uniforme que te identifica como Cristiano, y entras en la gran cadena de la gente privilegiada a quienes el Señor les concede la condiciones de convertirse en un embajador de Cristo en la tierra, y haciendo este ya eres miembro de ese poderoso ejercito de la Gran Comision.
Y contigo se inicia un ciclo que se repite y se ha venido repitiendo por siglos hasta hoy.
El bautismo en agua no es para salvación, pero Si abre las puertas de los cielos de bendición y prosperidad.
Dile al del Lado: Quieres ser parte de La Gran Comision?. Bautízate! Llamado Final:
Si has creído en Jesucristo y todavía no has tomado este paso del bautismo en agua, te animo a que lo hagas. Porque este es un mandato de nuestro Señor y al obedecerlo nos traerá bendición. El bautismo es un paso fundamental que nos ayudará a crecer en tu fe y a experimentar más de la plenitud de Dios en tu vida.
El bautismo es una oportunidad para declarar públicamente que Cristo es el Señor de nuestra vida, y es un paso de fe que trae bendición y gozo.
Hoy es el momento de dar ese paso. Recordemos por lo visto hoy que no es solo un acto simbólico, sino un paso de obediencia que nos acercará más a Dios y abrirá puertas de bendición espiritual.
ORACIÓN:
Padre celestial, venimos ante Ti en este momento, reconociendo Tu grandeza y soberanía. Tú eres el Dios que nos llama a una vida nueva en Cristo, y a través del bautismo en agua, nos invitas a sellar ese compromiso de fe.
Te pedimos, Señor, que derrames Tu Espíritu Santo sobre cada corazón en este lugar. Que seas Tú quien ilumine las mentes y convenza los corazones, trayendo claridad y paz a aquellos que están considerando dar este paso de obediencia. No permitas que ninguna duda o temor los retenga, sino que, por Tu revelación, puedan ver la profundidad de Tu amor y la importancia de seguir a Cristo en cada aspecto de sus vidas.
Que la convicción que viene de Tu Espíritu se haga tan fuerte, que aquellos que aún no han sido bautizados sientan Tu llamado personal y transformador. Que comprendan el simbolismo poderoso de la muerte al pecado y el renacer a una vida nueva en Cristo. Llénalos de valor, fe y gozo, sabiendo que este paso es un acto de entrega total a Ti.
Señor, danos también como iglesia la gracia para acompañarlos, apoyarlos y caminar junto a ellos en esta jornada de fe. Que todo sea para Tu gloria, y que Tu reino se siga extendiendo a través de cada vida transformada.
En el nombre poderoso de Jesús, lo pedimos. Amén.
Esta oración invoca la guía y la revelación del Espíritu Santo, centrada en la decisión por convicción personal de seguir a Cristo mediante el bautismo.
Ministración: Sin Reservas: https://youtu.be/1KtmOnoKaFI
Que es la Gran Comision?
Veamos este video:
Video 3: La Gran Comision: https://youtu.be/XyJBB-QIQSo