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Las Bendiciones Y Promesas del Salmo 23

Carlos Ospinal

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En los últimos Domingo hemos venido hablando de un tema fundamental en la vida del creyente para su crecimiento y desarrollo espiritual. El Viernes pasado condensamos todos esos temas en una actividad que Vigilia Espiritual en donde pudimos ejercitar todo lo aprendido hasta ahora.

Y justo terminamos nuestra vigilia enseñando que estamos necesitados de un gran avivamiento espiritual en esta congregación. Un avivamiento generado por el espíritu Santo como resultado de un intenso esfuerzo de comunión con el Señor justamente a través de la oración.

Y decíamos que el avivamiento no es solo una responsabilidad de los pastores. Es también responsabilidad de la congregación que participa activamente en todas estas convocatorias para la oración, el ayuno, las vigilias. Y la comunión en el estudio de la palabra. Nuestra fe se tiene que intensificar a través de todo este ejercicio, para estar preparados para ver milagros, maravillas y prodigios del creador en medio de nosotros.

La palabra de Dios esta llena de herramientas que nos ayudan a elevar al mas alto nivel nuestra comunión con el padre a través de la oración. Y una de esas herramientas se encuentra en el libro de los Salmos.

El Libro de Salmos es una colección de oraciones, poemas, e himnos, que centran los pensamientos del adorador en Dios, en alabanza y adoración. Partes de este libro fueron usadas como un himnario en los servicios de adoración del antiguo Israel. La herencia musical de los salmos está demostrada por su título. Éste procede de una palabra griega que significa “una canción cantada al acompañamiento de un instrumento musical”1.

Los Salmos han sido y son uno de los libros más apreciados y usados por los cristianos de todos los tiempos. Ellos contienen sabiduría, profecías, doctrinas, y todo tipo de enseñanzas instructivas para los cristianos hoy en día. Algo que los hace muy atractivos también es que están escritos en forma de poesía, lo cual hace que muchos puedan cantarse en nuestras congregaciones, y que memorizarlos sea más fácil.

El libro de los Salmos es el más largo de toda la Biblia, ya que contiene 150 capítulos, y fue escrito por diferentes autores en diferentes épocas históricas, pero mayormente por David. Por sus características es un libro totalmente diferente a cualquier otro libro de la Biblia.

Así que la manera en que leemos un salmo no es igual a la manera en que leemos una carta de Pablo, o una narrativa en los Evangelios. Necesitamos tener las herramientas adecuadas para poder leerlos, entenderlos, y aplicarlos genuinamente a nuestra vida.

Los salmos usan un estilo poético en sus escritos. Y aquí hay que destacar que la poesía hebrea es diferente en su forma a la poesía moderna. Usualmente, la poesía moderna usa la rima para darnos un poema estéticamente hermoso y fácil de recordar. Sin embargo, la poesía hebrea rara vez rima, sino que hace uso de otros recursos literarios como el paralelismo, las sílabas repetidas, la repetición de sonidos similares, y a veces usa las letras del alfabeto hebreo para crear una estrofa de cada letra, como el salmo 119. Para poder comprender un salmo, es importante, al menos, entender dos de las características principales que se usan en la poesía hebrea: el paralelismo y el uso de imágenes2.

Con el propósito de enriquecer nuestro vocabulario de oración usando la misma inspiración del Espíritu Santo en la escritura de los Salmos, y asi llegar a ser más efectivos en nuestra comunicación con nuestro creador, vamos a iniciar hoy un estudio del libro de lo salmos para que aprendamos a interpretar y escoger el salmo que mas aplique en cada situación de nuestra vida. Del mismo modo, vamos a empezar a cantar algunos coros fáciles de entonar y aprender inspirados literalmente en los Salmos.

Y Como estamos hablando que queremos un avivamiento basado en la oración, que mejor ayuda que los Salmos. Porque uno de los resultados de ser lleno con el Espíritu o con la Palabra de Cristo, es cantar. Los salmos son el “cancionero” de la iglesia primitiva, que reflejaban la nueva verdad en Cristo.

Vamos entonces a iniciar hoy este plan, estudiando uno de los Salmos más poderosos y más estudiados por sus promesas de bendición y protección como es el Salmo 23.

Nuestro tema es entonces: Bendiciones y Promesas del Salmo 23.

Abran sus Biblias al Salmo 23. Leamos: 23 Salmo de David.

1 El SEÑOR es mi pastor; nada me faltará. 2 En prados de tiernos y verdes pastos me hace descansar. Junto a aguas tranquilas me conduce. 3 Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5 Preparas mesa delante de mí en presencia de mis adversarios. Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR moraré por días sin fin.

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Por casi 30 siglos el Salmo 23 has sido uno de los pasajes más amados de la Biblia. Alguien lo llamó la “perla de los salmos”. Miles han memorizado estas sencillas palabras escritas por un sencillo pastor. Este salmo se usa en bodas, bautismos y funerales. En él se encuentra confort, esperanza, paz y protección. El Salmo ha sido una fuente de consuelo y esperanza para millones de creyentes a lo largo de la historia. Es un himno de confianza y seguridad en el cuidado providencial de Dios.

Para una persona que vive en la ciudad en pleno del siglo 21, la figura de un pastor y un rebaño puede que no sea algo con significado o que cause inspiración porque talves no entiende la relación entre un pastor y su rebaño de ovejas. Sin embargo, creo que no hay otra generación que más haya necesitado de un Buen Pastor como es esta que vivimos. El mundo de hoy, los problemas que enfrentamos individual y colectivamente es bastante alarmante. La humanidad busca y necesita un refugio, busca algo que satisfaga sus almas, algo que llene el gran vacío que hay.

Permítanme compartir con ustedes algunos pensamientos sobre este precioso salmo, y cómo puede impactar nuestras vidas hoy.

I. “El Señor es mi Pastor Nada Me Faltará” (verso 1). Adonai Ro’hi

El Salmo comienza con una declaración poderosa y sencilla: “El Señor es mi pastor; nada me faltará.” En esta primera frase, encontramos la esencia del Salmo y el fundamento de nuestra confianza. En la cultura del Antiguo Testamento, el rol del pastor era de gran importancia. Un pastor cuida de sus ovejas, las guía, las protege y les asegura alimento y refugio.

David como pastor de ovejas, tenía buen conocimiento de lo que encierra el ser pastor.

El pastor conoce a sus ovejas: “Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” (Juan 10:14).

El pastor se relaciona con sus ovejas. “...Las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre,... y las ovejas le siguen, porque conocen su voz” (Juan 10:3,4).

El pastor ama sus ovejas. “...tuvo compasión de de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9:36).

El pastor las alimenta y cuida de ellas para que tengan buena calidad de vida. “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

El pastor se sacrifica por ellas. “el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11). “pongo mi vida por las ovejas” (Juan 10:15).

Este Salmo nos dice que el Señor es nuestro Pastor. Esto significa que Dios no es una entidad distante o indiferente, sino un guía cercano y amoroso. Él conoce nuestras

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necesidades, nuestras preocupaciones y nuestras debilidades. Al decir “nada me faltará”, el Salmo nos asegura que, bajo el cuidado de nuestro Pastor celestial, tenemos todo lo que necesitamos. No significa que no enfrentaremos dificultades, sino que en cada situación, Dios proveerá lo necesario para nuestro bienestar espiritual y físico.

No importa lo difícil de tu situación en este momento, ya sea porque sufres abandono de tus padres, hermanos, hijos esposos o esposas. Y talves dependas física y emocionalmente de esa persona y crees que en esa ausencia vas a quedar desamparado. Pero el Señor te dice hoy: Yo soy tu pastor, No te preocupes que yo tu proveedor. El nuestro Adonai Yiréh (El Señor proveerá)

El Señor es nuestro pastor, quien cuida de ti y de mi con amor y provisión. Confiemos en que Él suplirá todas tus necesidades, tanto espirituales como materiales. Dediquemos tiempo en oración invocando este nombre para fortalecer esta relación y confianza en Dios. Dile Señor Tu eres mi pastor. (repitamos)

II. “En prados de tiernos y verdes pastos me hace descansar” (verso 2)
A continuación, el Salmo describe cómo el Pastor nos lleva a “lugares de verdes pastos” y

“Junto a aguas tranquilas me conduce.”
Es tan interesante que las ovejas no pueden reposar a menos de que suceda lo siguiente.

Necesitan estar:

a. Libres de temor, o sea, fieras.

b. Libres de contiendas entre ellas mismas.

c. Libres de cosas que les molesten, como moscas u otros parásitos.

d. Libres de hambre, deben haber ya comido y estar llenas.

Todo esto se traduce a “paz”. Las ovejas necesitan descansar para digerir lo que han comido. Pero para poder “descansar” necesitan tener paz. El pastor provee tal paz.

Nosotros tenemos paz en medio de todo porque Cristo es nuestro Pastor de pastores. Viene el león rugiente, o un desacuerdo con un hermano, o cosas que nos molestan, inclusive la necesidad de comida espiritual. Cristo dijo que Él es nuestro pan, pero también nos asegura que Él nos da paz, no como el mundo la da. Su paz es tal que podemos dejarle todas nuestras cargas: Porque Él es nuestra paz... Efesios 2:14, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz... 1a Corintios 14:33

El tener paz nos lleva a la salud, tanto física como espiritual.

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Esta ilustración evocan paz, descanso y renovación. En un mundo que a menudo está lleno de agitación y estrés, Dios nos ofrece un refugio de tranquilidad.

Las “verdes pastos” representan la abundancia y el sustento. No solo nos da lo suficiente, sino que nos da lo mejor. Las “aguas tranquilas (en reposo)” simbolizan la paz y la restauración. En tiempos de dificultad, podemos encontrar descanso en la presencia de Dios. Él es nuestra paz en medio de la tormenta y la calma en el tumulto de la vida.

Aquí el Señor nos invita a buscar momentos de tranquilidad y paz en nuestra vida diaria. Que en medio del afán diario, reservemos tiempo para el descanso físico y espiritual. Esto puede incluir pausas durante el día para reflexionar, orar o simplemente disfrutar de la creación de Dios.

Y en esos momentos de reposo dejemos que El guíe nuestras decisiones y caminos. El nos anima a que busquemos su dirección a través de la lectura de la Biblia y la oración. Que confiemos en que Él nos llevará por caminos de paz y restauración, incluso en medio de tiempos difíciles y tormentosos.

El Pastor alimenta y sacia la sed de sus ovejas. Por eso Jesús dijo: “Yo soy el Pan de Vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que a en mí cree, no tendrá sed jamás.” (Juan 6:35). El Señor es nuestro Shalom.

Porque Si El es el Pastor, sabemos que Él satisfacerá nuestro ser completamente. No necesitamos más que al Pastor. Aquella persona que tiene a Cristo como el Buen Pastor no necesita buscar nada en otro lado. Él llena, satisface. Aún el más pobre financieramente puede descansar y saber que Dios provee todo lo necesario, tanto material como espiritualmente. El salmista lo dice tan elocuentemente en el Salmo 37:25 “joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.”

Solo haga un recuento hasta el día de hoy y sabrá todas las veces que el Pastor ha satisfecho sus necesidades.

III. “Confortará mi alma” (Verso 3a)
(En la Biblia de las Américas dice, restaura mi alma). Un alma decaída es la que necesita

ser restaurada.

La palabra “decaída” es usada por los pastores y significa que la oveja se ha volteado y está sobre sus espaldas y no puede restaurarse por sí misma.

Esto le sucede con frecuencia a las ovejas engordadas, de lana larga o preñadas y precisamente cuando están “descansando”. Allí está la ovejita muy en paz. Busca un hueco en la tierra, una cunita por decir, se recuesta y estira sus patitas para relajarse pero no se da cuenta que se ha estirado demás y pierde el equilibrio y se cae de espaldas. Ha perdido el centro de gravedad y se queda desvalida e indefensa.

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Si el pastor no interviene, lo que puede suceder es desastroso. La oveja se llena de pánico y su estómago comienza a crear gases por la tensión y nervios. La circulación de la sangre hacia sus patitas se detiene, y puede morir la oveja en unas cuantas horas, sobre todo si está caliente.

El pastor mira que una oveja está “decaída”, en peligro de muerte, corre y comienza a mecerla para que pueda pararse. Entonces le comienza a sobar las piernas para que la sangre comience a fluir otra vez y dar vida. “Le sana sus rodillas paralizadas”. Al principio está muy temblorosa, pero luego se le pasa y regresa al pasto, feliz y contenta. Este es el cuadro de “restaurar el alma”.

Por esto podemos decir como el salmista, 1 Bendice, oh alma mía, al SEÑOR. Bendiga todo mi ser su santo nombre. 2Bendice, oh alma mía, al SEÑOR y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, 4 el que rescata del hoyo tu vida, (Salmo 103:1-4)

El Señor no solo se preocupa por nuestras necesidades físicas, sino que también entiende las necesidades de nuestro ser interior. Las pruebas y los desafíos pueden agitar nuestra alma, pero Dios promete consuelo y restauración. Él es el único que puede sanar las heridas más profundas y dar fortaleza a nuestro espíritu.

Permítele a Dios que te consuele en momentos de dolor, preocupación o ansiedad. Recuerda que Él está contigo en cada circunstancia y te fortalecerá con su presencia y su palabra.

Cuando el Pastor restaura, la oveja es hecha “justa”. Nosotros como ovejas recuperamos las bendiciones y quedamos lista para una eternidad con Cristo.

IV. “Me Guiará por sendas de justicia” (Adonai Tsidkenu, El Señor es nuestra justicia) Verso 3b

La palabra justicia puede que asuste a la gente o que no signifique nada para ellos. La palabra originalmente significaba “la senda correcta”. Hay una senda correcta.

Las ovejas no tienen buen sentido de dirección. Se pierden fácilmente. Necesitan la dirección del pastor. La Palabra del Señor claramente nos dice 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino. Isaías 53:6

También las ovejas necesitan dirección pues si se dejan solas, siguen comiendo y pasando por las mismas sendas y devastan el terreno, lo dejan casi muerto. Necesitan moverse de lugar en lugar. Es “por amor de su nombre”, el nombre de Dios que equivale a tener por cierto lo que Él dice. Es que Él nos dirige por sendas de justicia, por la senda correcta. Y nos apacienta en lugares deleitosos.

El alma que está al borde de la muerte necesita ser

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restaurada, necesita sanidad completa.

Este nombre revela la faceta del carácter de Dios que opera la redención por medio de la cual la humanidad queda plenamente restaurada en su relación con Dios. Jesucristo, nuestro Adonai-tsidkenu, tomó nuestro lugar (Romanos 5:17-19). El nombre ‘Adonai nuestra justicia’ revela el cómo somos aceptados por Dios.

21 Al que no conoció pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado,

y la medida que sería tomada para nuestra aceptación “para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él” (2a Corintios 5:21). Las promesas del Salmo 23 son veraces porque Dios lo promete. Él pone su nombre como sello sobre ellas para decir “así será” y es auténtica la obra que se hizo.

Esto nos muestra que la dirección que Dios nos da no es solo para nuestro beneficio, sino también para su gloria. Él nos lleva por caminos que están en alineación con su voluntad y su carácter justo.

En nuestras decisiones diarias, debemos buscar la dirección de Dios, confiando en que Él nos guiará por caminos que son rectos y que glorifican su nombre. Aunque a veces el sendero puede parecer incierto o difícil, podemos tener confianza en que su guía siempre es perfecta y está llena de amor.

V. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno” Adonai Nissi (El Señor es mi bandera o victoria). Verso 4.

La palabra Nissi significa bandera, cobertura, protección, estandarte o victoria. La palabra estandarte también puede traducirse como “mástil, emblema o pendón”. Entre los judíos esta palabra también denota ‘milagro’. Era costumbre que como insignia o estandarte se levantaba una señal que representaba la causa de Dios, su batalla, y era señal de liberación.

Phillip Keller en su libro, The Shepherd Looks at the 23rd Psalm (El Pastor Mira El Salmo 23), explica que al llegar el invierno, hay que mover a las ovejas de la montaña a los valles; y es un tiempo sumamente peligroso. Una oveja puede dar un mal paso, y puede caer al precipicio, puede ser atacada por una fiera escondida en una hendidura oscura, o puede ser arrasada por inundaciones repentinas. Y porque las montañas tapan al sol es que se le denomina “el valle de sombra o muerte”. Pero Adonai-Nissi saca victoriosamente a su rebaño del valle de sombre o muerte”.

Una de las partes más reconfortantes de este Salmo es: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.” El valle de sombra de muerte representa las pruebas más oscuras y las circunstancias más temibles que podamos enfrentar en la vida.

Con estas palabras se nos asegura que, incluso en los momentos más oscuros y aterradores, no estamos solos. La presencia de Dios es nuestra seguridad. Él está con nosotros, y su vara y su cayado nos consuelan. La vara del pastor es una herramienta de

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protección, y el cayado es una herramienta de guía. Ambos simbolizan la protección y el cuidado de Dios en medio de nuestras pruebas.

El Señor nos invita a que confiemos en su protección y cuidado en medio de los desafíos y dificultades de la vida. Recordemos que su presencia contigo y conmigo nos da seguridad y paz, incluso en los momentos más oscuros.

VI. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Verso 4b

El Pastor usa su vara de una manera experta para sacar su rebaño del valle de sombre y muerte y llevarla a los pastos deleitosos. Para nosotros es difícil entender cómo la vara y el cayado puede infundir aliento. Al estudiar me di cuento que David usaba su vara y cayado de esta manera: las ovejas pasaban por debajo de su cayado para ser contadas. (Levítico 27:32). Usaba su vara (vara por un lado y cayado por el otro) para espantar a los perros o animales que podrían asustar a las ovejas. Es de aliento saber que

“El SEÑOR enviará desde Sion el cetro de tu poder; domina en medio de tus enemigos”. Salmo 110:2.

La vara y el cayado nos infunden aliento. Es allí cuando reconocemos la disciplina amorosa de Dios en tu vida. Acepta su corrección y guía con humildad, sabiendo que es para tu bienestar y crecimiento espiritual.

VII. “Preparas mesa delante de mí en presencia de mis adversarios.” Verso 5a

El enfoque aquí está en el Pastor que prepara el terreno donde apacentará las ovejas. Quita cualquier cosa que pueda lastimar a las ovejas, rocas ásperas, plantas venenosas, y espanta a las fieras.

Luego las trae a comer. Las fieras están entre los peñascos mirando con hambre al rebaño que está en banquete. Es así como el Pastor alimenta a sus ovejas, en presencia del enemigo.

El hecho de que “prepara mesa” significa que no hay prisa ninguna. Significa que el Pastor quiere permanecer con su rebaño y con calma. Así nos nutre, nos apacienta, nos da un banquete, hay celebración.

Para mostrarle a nuestros enemigos que Dios es nuestro proveedor. Para celebrar que Él es nuestro Sustentador. Para que nuestros enemigos vean que Dios es nuestra cobertura.

Para que podamos disfrutar de esa paz que sobrepasa todo entendimiento. Pues nuestros enemigos, tanto humanos como espirituales, pueden ver pero no nos pueden tocar.

Tambien es un gran testimonio a los demás, porque así como tú y yo tenemos alimento, otros también lo pueden tener si se amparan bajo el cuidado del Pastor, el victorioso.

Es tan maravilloso saber que el banquete trae otra costumbre bella...

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Esta imagen nos muestra que Dios no solo provee para nuestras necesidades básicas, sino que nos bendice abundantemente. En medio de la adversidad y la oposición, Él nos honra y nos llena de bendiciones.

VIII “Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”. Adonai M’Kaddesh (El Señor santifica) Verso 5b

El Pastor hace una mezcla de aceite de oliva, azufre, y especias para proteger a las ovejas de los insectos y para promover la salud de la piel y evitar infecciones de la piel y las unge. El aceite era algo muy significativo para los del medio oriente. El tener abundancia de aceite era señal de riqueza. Cuando se hacían grandes fiestas se usaban aceites aromáticos para ungir a los invitados de honor. (Isaías 61:1-3) El santificar significa apartar, hay que recordar que también se ungían a los reyes y los sacerdotes.

Ese aceite es un símbolo de unción, consagración y bendición. Dios nos unge para un propósito especial y nos da una copa que rebosa, señal de su generoso y continuo favor. Incluso cuando enfrentamos oposición, la presencia y las bendiciones de Dios nos sostienen.

El Pastor nos ha ungido con el Espíritu Santo para llevar las buenas nuevas de salvación. En la Biblia judía este versículo dice “me unges de una copa que rebosa”, o sea, que la copa de la unción no se terminará, que rebosa siempre.

Celebremos las bendiciones y provisiones abundantes que Dios nos da. Reconozcamos y agradezcamos las muchas maneras en que Él nos bendice y nos llena de gozo.

IX. “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida y en la casa del SEÑOR moraré por días sin fin”. Adonai Shama (El Señor está presente) Verso 6

Adonai-Shama es la palabra hebrea que significa el omnipresente. Uno que todo lo llena. Esta es la promesa de un Dios santo que habita en medio de su pueblo. Es la promesa de su presencia. La presencia misma de Dios está en los creyentes, que son el templo del Espíritu Santo (Efesios 2:20-22). La palabra que se usa para ‘templo’ en el verso 21 no se refiere al templo en general, sino al santuario.

En el santuario se levantaba el altar del incienso, y en el lugar santísimo estaba el propiciatorio, cubierto por la presencia divina o Shekhiná. Ahora, nosotros somos templo de barro, llenos de la gloriosa presencia de Dios. Y eso no es todo, Jesús ha prometido, “Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé” (Hebreos 13:5).

En otras palabras, em este salmo, David afirma, ¡Señor:

  • Tú has estado conmigo toda mi vida.

  • Estuviste allí cuando cuidaba el rebaño de mi padre y luché con el león y el oso.

  • Estuviste presente cuando me enfrenté al gigante filisteo.

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  • Estuviste allí cuando Saúl trató de quitarme la vida.

  • Estuviste allí cuando traje el arca a Jerusalén.

  • Estuviste conmigo en cada batalla que peleé.

  • Estuviste allí cuando cometí adulterio con Betsabé y necesité tu perdón.

  • Durante toda mi vida, tú has estado allí!.Esta última declaración es una promesa de que el amor y la bondad de Dios estarán con nosotros siempre. No importa lo que enfrentemos, su fidelidad nos acompaña.Es una invitación a que vivamos con la seguridad de la gracia y el amor de Dios nos acompañan cada día. Que busquemos oportunidades para mostrar esa misma bondad y misericordia a los demás, extendiendo el amor de Dios a nuestra comunidad y al mundo.Anhelando la comunión continua con Dios. Buscando fortalecer nuestra relación con Él a través de la adoración, la comunión con otros creyentes y el servicio en su nombre.Y al final de nuestra jornada, confiados en que Dios nos está preparando una morada en su casa celestial, disfrutando de su presencia por toda la eternidad.CONCLUSIÓNEl Salmo 23 es un recordatorio hermoso y poderoso del cuidado y la fidelidad de Dios. Nos enseña que, sin importar lo que enfrentemos en la vida, podemos confiar en que Dios es nuestro Pastor amoroso, que nos guía, nos protege y nos bendice.MINISTRACIÓN:• Si el Señor te ha hablado hoy y vives como una oveja descarriada y sientes que no puedes encontrar las sendas de justicia, es hora de levantar tus manos para que tu pastor el Señor Jesucristo, venga para cogerte en sus brazos.• El te redimirá y pondrá tus pies en las sendas de justicia. El te nutrirá, estará contigo en los tiempos de dificultad, te dará abundancia y te mostrará su misericordia y su amor eterno y algún día podrás morar en la casa del Señor todos los días.• Si quieres que que el Señor sea tu Pastor, ven y agradece todo lo que Él ha hecho. La mesa está servida en presencia de nuestros enemigos. Aquí en el altar no nos puede tocar el diablo.¿Está listo? Acepta la invitación del Señor.Canto de Ministración:
    El Señor Es Mi Pastor: https://youtu.be/T1DRK2pQvxk
    Jesús Mi Buen Pastor: https://youtu.be/mnEmwLXvTQQ?list=RDmnEmwLXvTQQ

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Bibliografía:

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