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No Solo de Pan Vive el Hombre

Carlos Ospinal

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INTRODUCCIÓN:

Según nuestra naturaleza humana, lo más esencial para vivir en nuestro cuerpo físico son los elementos básicos que sostienen la vida: el oxígeno, el agua, y los alimentos. Sin estos, el cuerpo no puede funcionar adecuadamente y, eventualmente, moriría.

1. Oxígeno: Es absolutamente indispensable, ya que cada célula del cuerpo lo necesita para producir energía a través de la respiración celular. Solo podemos sobrevivir unos minutos sin oxígeno.

2. Agua: Constituye aproximadamente el 60-70% de nuestro cuerpo y es fundamental para todas las funciones fisiológicas, como regular la temperatura, transportar nutrientes y eliminar desechos. Sin agua, el cuerpo puede sobrevivir de 3 a 7 días, dependiendo de las condiciones.

3. Alimentos: Aportan los nutrientes y la energía necesarios para el funcionamiento de los órganos, el crecimiento y la reparación de tejidos. Sin alimentos, una persona puede sobrevivir varias semanas, pero el cuerpo comenzará a consumir sus propias reservas de grasa y músculo.

Estos elementos representan la base para la supervivencia física, pero como destaca Jesús en Mateo 4:4, la vida no se limita a lo físico.

El texto de Mateo 4:4 nos transporta al desierto, donde Jesús enfrenta la primera de las tentaciones después de haber ayunado por 40 días y 40 noches. La respuesta de Jesús al tentador es una declaración poderosa que revela una verdad espiritual fundamental:

4 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 El tentador se acercó y le dijo:
—Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

4 Pero él respondió y dijo: —Escrito está (En Deut 8:3b, 1200 años antes): No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Esta afirmación de Jesús no solo confronta la necesidad física del alimento, sino que también apunta a la prioridad de la alimentación espiritual en la vida del ser humano.

Hoy reflexionaremos sobre el significado de estas palabras y su aplicación a nuestras vidas.

DESARROLLO:

La tentación del pan: La prioridad de lo material Jesús es tentado por Satanás en un momento de debilidad física, cuando el hambre después del ayuno había alcanzado su punto máximo. El enemigo lo desafía a convertir las piedras en pan, apelando a la necesidad humana más básica: el sustento.

Esto nos recuerda cómo muchas veces las preocupaciones materiales tienden a ocupar el primer lugar en nuestras vidas. Nos afanamos por el alimento, la ropa, la casa, el trabajo, y olvidamos que hay una necesidad más profunda: nuestra relación con Dios.

Jesús nos enseña que la vida no se sostiene solo por lo material. El hombre no vive solo de pan, porque no somos solo cuerpo; somos también alma y espíritu, y estos necesitan alimento espiritual para prosperar.

Así como somos cuerpo, alma y espíritu, y estos 3 necesitan sustento para vivir, ya que el alma y el espíritu son inmateriales, y aun así necesitan sustento inmateriales, la divinida de Dios está compuesta por 3 personas: Padre, hijo y Espíritu Santo, y cada uno de ellos juega un papel importante en el sustento de nuestro cuerpo tripartito.

Dijimos antes, que el cuerpo físico necesita 3 elementos básicos para sostener la vida: Oxigeno, agua y alimentos. Ahora veamos como cada unos de esos elementos, representan la divinidad de Dios como alimento espiritual para el hombre:

La comparación entre el oxígeno, el agua y los alimentos con las tres personas de la divinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) puede ilustrar cómo cada uno es esencial e indispensable para nuestra vida espiritual, de manera similar a cómo los elementos físicos sostienen nuestra vida corporal. Aquí hay una reflexión sobre esta analogía:

1. El Oxígeno - El Espíritu Santo

El oxígeno es esencial para la vida; sin él, no podemos sobrevivir ni unos minutos. De manera similar, el Espíritu Santo es el aliento de Dios en nosotros, quien nos da vida espiritual y nos sostiene continuamente.

  • Biblia: Génesis 2:7 dice que Dios sopló aliento de vida en el hombre, y en Juan 20:22, Jesús sopla sobre sus discípulos diciendo: "Reciban el Espíritu Santo".

  • Espiritualidad: Así como el oxígeno es invisible pero vital, el Espíritu Santo actúa de manera invisible en nuestra vida, guiándonos, consolándonos y empoderándonos para vivir conforme a la voluntad de Dios (Hechos 1:8).2. El Agua - Jesucristo (El Hijo)El agua es esencial para la hidratación, la purificación y el sustento de la vida. Sin agua, el cuerpo no puede sobrevivir por mucho tiempo. Jesucristo, como el Hijo, es descrito como el agua viva que sacia nuestra sed espiritual.

  • Biblia: En Juan 4:14, Jesús dice: “El que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás”. Él es el único que puede satisfacer plenamente las necesidades más profundas del alma.

  • Espiritualidad: Así como el agua limpia y purifica, la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7). Él es nuestra fuente constante de renovación y vida eterna.

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3. Los Alimentos - Dios Padre

Los alimentos son el sustento físico que provee la energía y los nutrientes necesarios para vivir. En esta analogía, Dios Padre es la fuente de todo sustento y provisión, el creador que sostiene el universo y cuida de nuestras necesidades.

  • Biblia: En Mateo 6:11, Jesús nos enseña a orar al Padre: “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy”. También, en Deuteronomio 8:3, se nos recuerda que “no solo de pan vivirá el hombre, sino que el hombre vivirá de toda palabra que sale de la boca del SEÑOR”.

  • Espiritualidad: Así como el alimento físico nos fortalece, el Padre nos nutre a través de Su Palabra, Su presencia y Su provisión diaria.La Palabra de Dios Cuando Jesús responde a Satanás, cita Deuteronomio 8:3, recordando el episodio en el que Dios alimentó al pueblo de Israel con maná en el desierto. Este maná era un recordatorio de que la vida del hombre depende, sobre todo, de Dios y de Su Palabra.La Palabra de Dios es el alimento que fortalece nuestro espíritu, renueva nuestra mente y nos da dirección en la vida. Es en las Escrituras donde encontramos promesas, consuelo, corrección y guía para cada situación que enfrentamos.Jesús mismo dijo en Juan 6:35: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre”. Cuando buscamos a Dios y nos alimentamos de Su Palabra, encontramos satisfacción plena y una fuerza que supera nuestras circunstancias terrenales.La lucha diaria: Mantener el equilibrio entre lo material y lo espiritual En un mundo que continuamente enfatiza lo material, los cristianos estamos llamados a buscar primero el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33). Esto no significa ignorar nuestras responsabilidades terrenales, sino poner a Dios en el centro de nuestras vidas.La oración diaria, el estudio de la Biblia y la comunión con otros creyentes son formas de alimentarnos espiritualmente. Cuando estas prácticas se convierten en prioridad, experimentamos un equilibrio saludable que nos permite enfrentar las demandas de este mundo con una perspectiva eterna.La Palabra como arma contra la tentación Jesús utilizó la Palabra de Dios como arma para resistir las tentaciones del enemigo. Esto nos enseña que debemos conocer y atesorar las Escrituras en nuestro corazón para estar preparados cuando enfrentemos nuestras propias pruebas.El salmista declaró: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmo 119:11). Memorizar y meditar en la Palabra nos da la fortaleza necesaria para resistir las mentiras del enemigo y permanecer firmes en nuestra fe.Ahora, la palabra escrita sin el Poder de Espíritu Santo, y sin la promesa de salvación por Jesucristo, es solo un montón de papel y tinta. Pero cuando leemos la palabra y la

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entendemos con la sabiduría que nos da el Espíritu Santo para entenderla, y la convicción y fe a la que somos llevados para creer en Jesucristo, provoca el gran milagro del Alimento Espiritual que necesitamos cada día.

Entonces, así como el cuerpo humano no puede sobrevivir sin oxígeno, agua y alimentos, nuestra vida espiritual no puede prosperar sin la comunión constante con las tres personas de la divinidad:

  • El Espíritu Santo como nuestro aliento y guía.

  • Jesucristo como nuestra fuente de agua viva y salvación.

  • Dios Padre como el proveedor de todo lo que necesitamos.De esta manera, las tres personas de la Trinidad trabajan juntas para sostenernos y darnos plenitud de vida, tanto ahora como en la eternidad. Dependemos de ellos completamente, como dependemos del oxígeno, el agua y los alimentos.En días pasados compartí con ustedes el testimonio de un momento critico que viví a principios de Diciembre pasado, y como Dios me respondió inmediatamente al llevarme a leer en mi devocional diario a Isaías 41:10 que dice:10 No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia’.Yo le creí al Señor en esa promesa. Y mi fe en esa palabra produjo el milagro que yo necesitaba en ese momento. Fue algo inexplicable con palabras.Y justamente, revisando esta enseñanza de hoy, y al mirar esa promesa de Isaías que tengo pegada frente a mí, en la oficina, mi espíritu le pidió al Señor por una descripción más precisa a través de toda la biblia, de esas promesas vitales para ayudarnos a fortalecer nuestra fe y confianza en la fidelidad de su provisión.Y puede encontrar respuesta con unos ejemplos de esas promesas que pueden sustentarnos espiritualmente y darnos esperanza, reflejando el cumplimiento de Su palabra expresada en Isaías 41:10. Son muchas, pero vamos a mirar unos cuantos casos:1. Para Momentos de Temor: La Presencia de DiosCuando enfrentamos miedo o incertidumbre, Dios promete Su presencia constante.

Josué 1:9:
9 ¿No te he mandado que te esfuerces y seas valiente? No temas ni desmayes,

porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.

Nos recuerda que no estamos solos; Su presencia nos acompaña.

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Salmo 23:4:
Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú

estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Su presencia nos protege y conforta incluso en los momentos más oscuros.

2. Para Momentos de Debilidad: La Fuerza de Dios

Cuando sentimos que no tenemos fuerzas para seguir adelante, Dios nos fortalece.

Isaías 40:29-31:

29 Da fuerzas al cansado y le aumenta el poder al que no tiene vigor. 30 Aun los muchachos se fatigan y se cansan; los jóvenes tropiezan y caen. 31 Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.

Su poder renueva nuestras fuerzas y nos capacita para continuar.

o 2a Corintios 12:9:
“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.”

En nuestra debilidad, Su gracia es suficiente para sostenernos.

3. Para Momentos de Necesidad Material: La Provisión de Dios

Dios es fiel para suplir todas nuestras necesidades.

Filipenses 4:19:
19 Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad de ustedes conforme a sus riquezas en gloria

en Cristo Jesús.

Él es nuestro proveedor, capaz de satisfacer cada necesidad.

Mateo 6:31-33:

31 “Por tanto, no se afanen diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Con qué nos cubriremos?’. 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero el Padre de ustedes que está en los cielos sabe que tienen necesidad de todas estas cosas.
33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Cuando confiamos en Su provisión, Él cuida de nuestras necesidades.

4. Para Momentos de Aflicción: El Consuelo de Dios

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Cuando enfrentamos tristeza o pruebas, Su Palabra nos consuela.

  • Salmo 34:18:
    Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón; él salvará a los contritosde espíritu.➤ Dios está cerca de aquellos que sufren y los sostiene.

  • Juan 16:33:33 Les he hablado de estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero ¡tengan valor; yo he vencido al mundo!Él nos asegura la victoria en medio de las tribulaciones.5. Para Momentos de Falta de Fe: La Fidelidad de DiosCuando nuestras dudas nos abruman, podemos recordar Su fidelidad.

  • Hebreos 10:23:
    23 Retengamos firme la confesión de la esperanza sin vacilación porque fiel es elque lo ha prometido.Dios cumple todo lo que promete; Su fidelidad nunca falla.

  • Números 23:19:
    19 Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta.Él dijo, ¿y no lo hará? Habló, ¿y no lo cumplirá?Podemos confiar plenamente en Su palabra.Estas promesas son un ejemplo del alimento espiritual que necesitamos para enfrentar cada situación con fe y esperanza. La Palabra de Dios nos recuerda que Él está con nosotros, nos da fuerzas, suple nuestras necesidades, nos consuela en la aflicción y permanece fiel a Su carácter y Sus promesas.Isaías 41:10 es un compendio perfecto de estas verdades, porque nos asegura que Dios nos acompaña, fortalece, ayuda y sostiene. Cuando nos apropiamos de estas promesas y las meditamos, encontramos el sustento espiritual necesario para vivir con confianza en que Dios siempre hará cumplir Su palabra.

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Podemos concluir con la respuesta de Jesús al diablo que lo tentaba allá en Mateo 4:4 que la verdadera vida no se encuentra solo en la satisfacción de nuestras necesidades físicas, sino en nuestra dependencia de Dios y Su Palabra. Que podamos reconocer nuestra necesidad diaria de alimentarnos espiritualmente, buscando primero Su reino y Su justicia.

TAREA:

Esta semana, dedica tiempo a leer y meditar en la Palabra de Dios cada día. Pregúntate: ¿Qué me está diciendo Dios hoy? Permite que Su Palabra te transforme y te fortalezca para enfrentar los desafíos de la vida.

Aquí tambien te voy a compartir una copia de promesas del Señor en su palabra para cada ocasión. Revisa allí, cual se ajusta a tu necesidad y lée esa cita bíblica. Medita en ella, y encontrarás el descanso para tu alma.

https://glorificados.wordpress.com/2009/08/30/citas-biblicas-para-toda-ocasion/https://www.bibliaon.com/es/versiculos_aliento_tiempos_dificiles/

Porque “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios!” Amen!
MINISTRACIÓN:

  1. Si Jesús dijo que no solo de pan vive el hombre, sino te toda palabra que sale de su boca, ya no hay tiempo que perder, busquemos a partir de hoy la fuente del sustento en la palabra que es tu oxígeno, tu agua y tu comida espiritual.

  2. "Si Dios te dice 'no temas' en Isaías 41:10, ¿por qué sigues cargando el peso de tus ansiedades solo? Entrégalas hoy a Su cuidado."

  3. "La Palabra de Dios tiene la respuesta que nuestro corazón ha estado buscando. ¿Estamos dispuesto a abrir tu Biblia y permitir que Él hable a tu vida?"

  4. "Los afanes de esta vida pueden ser abrumadores, pero Jesús dijo: 'Vengan a mí, todos los que están trabajados y cargados, y yo los haré descansar' (Mateo 11:28). ¿Qué te impide venir a Él hoy?"

  5. "¿Cuánto tiempo has pasado buscando soluciones en tus fuerzas, cuando Dios ya te prometió en Su Palabra que Él te ayudaría y te sostendría?"

  6. "Hoy es el día para dejar de alimentarte solo de los afanes de la vida y empezar a nutrir tu espíritu con el pan que es la Palabra de Dios."

  7. "Dios no solo quiere librarnos de temores, sino llenarte de Su fuerza y confianza. Isaías 41:10 no es solo un consuelo, es una invitación a creerle."

  8. "Tu ansiedad disminuye cuando tu confianza en Dios crece. Dedica tiempo a Su Palabra y verás cómo Su paz llena tu corazón."

  9. "Los problemas no desaparecerán por sí solos, pero cuando nos aferramos a las promesas de Dios, encontramos la fuerza para enfrentarlos con esperanza."

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:

Si te has olvidado de acudir a Dios, hoy es el momento de regresar. Su Palabra está viva y activa para suplir toda necesidad de tu vida."

10. "Dios nunca nos deja solo en medio de tus luchas. Su promesa en Isaías 41:10 te asegura que Él está con nosotros, listo para sostenernos con Su mano poderosa."

11. El llamado del Señor hoy es a buscar en su palabra lo que nuestra alma necesita. Creer esa palabra y vivirla para que hallemos descanso y paz. Esa paz que sobrepasa todo entendimiento y que solo puede lograrse comiendo de ese pan de vida celestial ofrece el Padre, el hijo y el Espíritu Santo.

Escuchemos y meditemos la enseñanza de hoy con este canto:

Tu Palabra: https://youtu.be/iEyV_9UUOnI Oración Final:

Amado Padre Celestial,

Exaltamos y glorificamos tu santo nombre o Adonay, soberano del Universo. Hoy venimos ante Ti con corazones llenos de gratitud por el regalo precioso de Tu Santa Palabra, que es nuestra fuente de vida espiritual. Gracias porque en ella nos has dado alimento para nuestras almas, dirección para nuestras vidas y consuelo para nuestros corazones. Tal como nos enseña Mateo 4:4, reconocemos que no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de Tu boca.

Perdónanos, Señor, porque muchas veces hemos descuidado este alimento esencial. Hemos permitido que los afanes de la vida nos distraigan y hemos fallado en tomar el tiempo necesario para meditar en Tu Palabra. Perdónanos por nuestra falta de fe al no creer completamente en las promesas que nos has dado, y por no buscar en ella las respuestas y la guía que tanto necesitamos.

Hoy, desde lo más profundo de nuestro ser, queremos comprometernos a cambiar. Nos comprometemos a buscar en Tu Palabra los tesoros de sabiduría y consejo que has dejado para nosotros. Ayúdanos, Espíritu Santo, a tener disciplina y hambre por Tu Palabra, a encontrar en ella la fuerza para vivir con fe y esperanza, y a aplicarla en cada área de nuestra vida.

Gracias porque nunca nos dejas solos y porque Tu Palabra es viva, eficaz y suficiente para sustentarnos en toda situación. Declaramos que a partir de hoy, con Tu ayuda, dedicaremos tiempo para escudriñar las Escrituras, para escucharte y para vivir conforme a Tu verdad.

Te damos toda la gloria y la honra, porque solo Tú eres digno. Gracias por ser nuestro Padre amoroso y fiel, y por darnos Tu Palabra como guía y fortaleza.

En el nombre poderoso de Jesucristo de Nazareth. Amén.

© 2020 by UMC Ministries

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